Las frases polindromas tienen la característica de leerse tanto al derecho con al revés tal cual el título lo ejemplifica. Y dentro de la lógica de los a sucesos que acontecen en la situación actual del país se está desilachando el cuento que alguien, hace diez años atrás, vino a contarnos. La idea de proponer un sueño, así comenzaron a apilarse las maderitas de un yenga que se desparramó en las calles prendidas fuego ante el manoseo y la corrupción. Otra clase de corruptos irrumpieron el poder. Corruptos que gobernaron para la clase trabajadora y que dentro de sus aciertos y sus errores se echaron al hombro un país en bolas y terminaron echándose medio país en contra del comportamiento popular. Volver a creer en la política no fue cosa fácil. Desentenderse de los sucesos que restablecieron la cordura económica y social.
Pero el espiral se consumio a pasos agigantados en reversa. Como mirar una película desde el final y terminar en el tráiler de una secuencia que se repite polindromicamente. Algunos ya sabíamos el final del la obra, otros, los que esperaban en la fila, aún sabiendo el desenlace por bocas de otros decidieron pagar la entrada y se fumaron todas las escenas en donde los actores bajaban del escenario y les robaban sus pertenencias sin tapujos, salieron tirando maldiciones al aire. Y por último, los que miran por televisión, los que piden monedas en la puerta del teatro se quedaron sin nada nuevamente como es de costumbre.
El tiempo va a darnos su escándalo como de costumbre y el tipo ese que nos propuso un sueño hace más de diez años atrás hoy estalla en la memoria de los no creyentes.
La ruta nos aportó otro paso natural