Soñar con dulces es recordar la niñez y con ello ese dolor de muelas que se tiene porque te encantan los dulces y que te castiga constantemente provocando esas aborrecidas caries, con ello el recordatorio de tu amigo de la bata blanca, sonrisa sincera, sonrisa limpia llamado dentista.
Aun se saborea ese olor de cocina, de atmósfera clara y calor de hogar, con su mesa de madera, cacharros viejos, estropajos, bayetas… y como no: Tu madre con su inmaculado delantal, vigorosa, manos enharinadas, quizá cansada, pero siempre sonriente y diciéndote a tí: – Mira, si te portas bien te dejaré que lo pruebes, pero no mucho, sino te volverán a doler las muelas.
Soñar con dulces y chocolate es ver los maravillosos escaparates de pastelería, tan apetitosos y volver a reflejarse en ellos. Tú, con esa mirada tierna, sin pensar mas allá, solo mirando, solo observando, agrandando los ojos para ver ese espectáculo tan delicioso, tan divino, sin saber por donde empezar, sin querer recordar los dichos de tu madre pero…hay…son tu querer.Esa mano tuya se acerca a la cara, y vuelves a pensar en tu dolor de muelas.
No debes.
No quieres, pero eres niño y sí, sucumbes a entrar a la pastelería de toda la vida, la que te conocen por tu nombre y no sabes que decir, como empezar…me gustaría…quiero… y desde luego sales con algo muy dulce, y piensas: -por un poquito, no va a pasar nada.-
Soñar con dulces y pasteles es la alegría de estar trabajando en un espacio claro, olor agradable, cálido y con muchos cachibaches por en medio: mangas pasteleras, batidoras, moldes, rodillos y ese horno que tan bien funciona. ¡Qué felicidad! ; Dulces, chocolates, galletas, natas, merengues, cremas pasteleras y almendras. Tú rebosas de felicidad, el protagonista de esa maravillosa obra llamada: PASTELERÍA, CHOCOLATINAS Y GOLOSINAS. El creador de semejante Obra de Arte sí.
La función comienza aquí, en el obrador, y termina en el mostrador, allí es lo complicado, lo difícil. Éxito o fracaso…Tú estas muy seguro de tí mismo, apostas por el éxito seguro. Mañana conocerás el resultado de tu maravillosa obra, y los aplausos de los clientes: Jóvenes, niños, adultos y abueletes…y esta vez NO: A nadie le duelen las muelas.