Siguiendo con un breve anticipo que hice en el artículo anterior, les voy a dar mi opinión respecto a los sueños. Es muy común que cuando siendo niños tenemos ambiciosos y enormes sueños, pero con el correr del tiempo y los años, estos se van desmoronando y se vuelven cada vez más realistas.
¿Por qué ocurre esto?, la respuesta es difícil y sencilla a la vez, influenciados por los demás muchas veces tomamos sus consejos a pesar que no sean los mejores y ni los que nosotros optaríamos. Es fácil culpar a los demás cuando no cumplimos nuestros sueños, pero en verdad la culpa la tenemos nosotros ya que por temor a no lograrlo además de que para cumplirlo necesita de nuestro máximo esfuerzo y nos enfrascamos en decirnos que no lo vamos a lograr.
¿Esto es así?¿cómo saben que no se logrará si no se hace el mínimo intento?, lamentablemente la mayoría de la gente toma el camino fácil y se queda en su zona de confort en la cual está cómoda y tiene lo que necesita. Pero, ¿realmente eres feliz así o simplemente te has conformado con ello?, uno puede ser feliz de muchas formas, pero siguiendo sus sueños y superando los obstáculos que se te presenten para lograrlo te generará mayor satisfacción. Todos tenemos nuestros propios objetivos en la vida, con los años uno los va descifrando y entendiendo de mejor manera.
Para cumplir nuestros sueños debemos en primer lugar ponernos metas a corto plazo, que a la larga se convertirá en una gran cadena que nos ayudará mucho a cumplirlos. El esfuerzo que le pongamos significará también las posibilidades que tengamos de cumplirlos, el camino podrá ser difícil pero la recompensa valdrá tanto esfuerzo.
Somos capaces de grandes cosas en la vida, creer en ello y llevarlo a la práctica será importante. Seguir un sueño implica seguir algo que te apasiona, podrá ser un camino arduo pero estaremos haciendo lo que nos hace felices. ¿Qué mejor motivo que ser el ser feliz?, les recomiendo intentarlo ya no se arrepentirán en absoluto. Voy dejando el tema por aquí y espero que les haya sido de ayuda,les mando un cordial saludo.
Juan Méndez