Revista Cultura y Ocio

Soñé que Christina Ricci cantaba ópera

Por Hun_shu
Sí, bueno... Esta noche soñé que iba caminando por la Plaza del Carmen, en el centro de Madrid, y me encontraba un gran escenario, justo donde deberían estar los antiguos Cines Madrid. Delante de él todavía había material por colocar, cables, focos, cajas, monitores, etc. Resulta que era un festival del humor. Sí, un festival del humor, lleno de grandes cómicos de ayer y hoy (quizás he visto muchas veces el famoso anuncio de Campofrío en la tele y -joder- al inicio de algunos videos en youtube). De repente me encontré al gran Luis Sánchez Polack, "Tip", vestido sin su característico frack, su bigote y con unas gafas de culo de vaso. Iba por ahí hablando solo, el hombre. Y parecía mucho más bajito.Entonces oí que estaban realizando una prueba de sonido a alguien que cantaba ópera. Me fijé en el escenario y vi que era Christina Ricci la que cantaba y, la verdad, lo hacía muy bien. Yo la miraba y me tentaba coger el móvil y sacarle una foto. O grabarle un vídeo. Otro más para mi videoblog. Sí, toda esa mierda de las redes sociales. Ves algo que te interesa, algo que realmente crees que puede interesar (sobre todo si sale un famoso) y basta con sacar el móvil y click. Sueltas a los cabestros digitales y comienzan los San Fermines, como diría Malamadre. Que si Trending Topics, que si grupos en Facebook, que si fotos privadas, que si derechos de imagen. En fín, ya sabéis. Todo ese rollo 2.0.Christina Ricci seguía ensayando y, pese a que me puse a juguetear con el móvil, al final no la grabé ni le hice ninguna foto. Pensé que no era justo. Simplemente, me senté encima de una caja de metal y miré cómo cantaba. Quería disfrutar de ese momento, no robárselo. Nunca imaginé que "Miércoles" o "Maggie -Pan Am- Ryan" cantara tan bien ópera, aunque ya la vi cantar en Black Snake Moan hace años. Tenía su puntito, lo reconozco. Pero esto era diferente. Sobre todo porque era algo escondido. Un ensayo. Algo a medio hacer. Más espontáneo. Imperfecto, si cabe. Como si la estuvieras viendo cantar en la ducha. Ya, una chorrada, pero eso es lo que pensé en ese momento. Christina Ricci terminó de cantar y, dejando el micrófono a un ayudante, dijo "Seguro que alguna hijaputa le echará la culpa al micro". Así, en un castellano digno de Salamanca. Con esa clase y finura. Luego bajó las escaleras, me miró extañada y se marchó. 

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