El Sonorama Ribera 2021 era necesario, así se podrían resumir las tres jornadas que llenaron Aranda de Duero del alma de uno de los festivales que están en el corazón de los melómanos.Este año, el Sonorama Ribera será recordado como el del año del retorno a la nueva normalidad y, para muchos, el año en el que se volvió a soñar con la música en directo. Del festival, nos quedamos con grandes sorpresas y muchas reafirmaciones. Antes de entrar en materia en lo musical, hablaremos de las otras experiencias.
Lo primero de todo, hay que poner el acento en el gran trabajo de la organización, seguridad, voluntarios y todo el equipo del Sonorama Ribera, buscaron ser una referencia a la hora de cumplir con las normas y, a grandes rasgos ha sido un año donde se ha demostrado que en Aranda de Duero, todo es un sueño que pasa a ser una referencia. De la misma manera, el ambiente en el pueblo ha sido parecido (en muchos aspectos) al de otros años en la localidad burgalesa. Viva el Sonorama Ribera y viva todo lo vivo (volver a ver a amigos, poder ver a grandes bandas nacionales y poder sentir que la vida vuelve tras muchos meses complicados para muchos).
En la primera jornada, con los dos primeros sectores llenos (los sectores se daban por orden de llegada) empezaba el festival con las entradas (por zonas) diferenciadas y con Cala Vento en el escenario empezando puntuales, el calor no hizo que el dúo diera la turra necesaria con sus mejores canciones, empezaron con La Comunidad y con Historias de Bufanda como segundo corte, acto seguido llegarían unas cuantas canciones como Solo ante el peligro o los singles más conocidos como Abril, Teletecho o Fin de ciclo que fueron de las canciones más coreadas ya en el ocaso donde no bajaban el ritmo y donde demostraron que su contundencia, saber hacer y todo ese estilo es parte de lo que les hace grandes y que les da ese hermanamiento con los fans.
Nach era el siguiente proyecto en subirse al escenario, un público entregado esperaba al rapsoda y a todos los miembros de su directo, para la ocasión, una parte visual y un directo en el que no había espacio para descansar, mezclado con hits actuales y clásicos junto a un pequeño discurso agradeciendo e los fans su asistencia hicieron de este directo una parte especial que se unía con el del proyecto anterior, pero demostrando que el festival de Aranda de Duero tiene espacio para los sonidos urbanos, refinados y clásicos que no defraudaron como en este caso con el mejor directo posible y es que un artista con tantos años en el escenario que sabe entregarse da un sabor especial y es un placer poder ver su propuesta.
Llegaba El Kanka al Sonorama Ribera con toda la banda y su buen rollo, en este directo con toda la banda, el artista malagueño nos presentaba un directo con el que se podía empatizar, que presentaba el buen rollo con ese sabor de las percusiones, las guitarras y en general de todos los instrumentos y la capacidad de su front man (quién da nombre a su proyecto) de poder quedarse a solas por momentos y seguir llenando un escenario, de las canciones que tocó a lo largo del repertorio, Canela en rama y Que bello es vivir no podían faltar, sobre todo dado que fueron de las más cantadas en el repertorio que en todo momento logró mantener la concentración y la energía positiva de los asistentes que se dieron cita y que esperaban este show. un acierto tenerle en esta primera jornada donde las emociones por tener un Sonorama y la hora hicieron del show algo mágico.
Llegaba el turno de Sidonie, quienes iban a por todas con el buen rollo que les caracteriza, las muestras de amor y afecto en el escenario y el deseo de volver, quizá necesidad (dado que en Sidonie en el Sonorama siempre dan ese juego). no solo por el guiño a Zahara y su "te queremos Zahara". Del directo, la compenetración de los cinco integrantes en el escenario y sobre todo ese buen rollo tras el trabajo bien hecho (Terminaron sentados al borde del escenario) fueron los extras junto a un repertorio donde sus temas nuevos y los mejores clásicos permitieron que un recinto muy entregado no dejara de cantar, se agradeció la puesta en escena y que cancines como Me llamo Abba, Fascinado, Carreteras infinitas y Maravilloso entre otras canciones, en lo que pasó a ser un parón en el tiempo (algo que ellos logran concierto tras concierto), tanto la banda como los asistentes recordarán este concierto con una gran sonrisa.
Viva Suecia era la otra gran banda de la jornada, la banda salía a un escenario donde primaría la puesta en escena del quinteto y las muestras de amor, afecto y la ganas de volver a sentirse libres en un escenario que desde la introducción y Necesitarnos tanto estaba en esa atmósfera que siempre ha estado presente, un total de 14 + 1 canciones) donde nos demostraban que ellos son una banda de emociones, de las que se pueden corear, con las que se puede llorar, poner los pelos de punta y donde se cierran los ojos para viajar a sus universos. en efecto Rodrigo es uno más, es parte de toda la magia y no solo Rafa, Jess, Alberto y Fernando jugaban en casa. En el directo, Los Años, A donde ir, La Voz del Presidente y Días Amables estaban en el principio (en concreto los 5 primeros temas). Pero en el directo llegaron canciones como Algunos tenemos fé donde, la gente que no podía bailar (o tenía que hacerlo sentada) gritó más alto, se abrazó con su gente cercana y sobre todo, se dejaba llevar poco a poco, con los ojos llenos de brillos, para recordar momentos pasados en la Plaza del Trigo o en otros escenarios, cuando todo era distinto, pero este escenario principal les sienta bien (como ya han demostrado) y el cierre con Lo que te mereces, Bien por tí uy Amar el conflicto fueron el cierre perfecto para seguir soñando despierto.
Los Zigarros tenían el papel de cerrar la primera jornada, no defraudaron con cañozados de rock, buen hacer y sobre todo, su clase más pura. Desde que ya no eres mía naturalmente no podía faltar, pero se coló entre los otros grandes temas de rock and roll con el que mostraban a sus fans que este show no era un trámite, estaban entregados por y para sus fans que sentados tarareaban, aplaudían y mostraban que hay canciones que tienen dentro, todo esto al filo del cierre, pero de esos cierres que dejan el buen sabor de boca dado que una banda con este empaque tiene mucho que ofrecer, pocos podrían haberlo hecho mejor.
Segunda jornada, algunos con resaca, otros llegando por primera vez y el calor no dejaba que la gente pudiera estar sin beber (algo). La mañana en Aranda de Duero para muchos había sido ir de terrazas, comer lechazo y leer algunas reseñas de la primera jornada de quienes asistieron y de quienes sin ir criticaban, pero nos esperaban Derby Motoreta's Burrito Kachimba en el escenario, no era para menos dado que llegaban desde el sur con sus misticismo, sus cañonazos y sus fieles que pasaban calor con gusto de ver a una de las pricipales atracciones de la segunda jornada, ellos no defraudaron, El valle y el resto de los hits aparecían con la psicodelia de una de las bandas claves del circuito de directos para muchos amantes de la música. Les sienta bien este escenario y no solo por como fluyen las melodías en directo, en Gitana lo demostraron, esperamos verles pronto.
Anni B Sweet llegaba al escenario con toda la banda tras un cambio rápido y el concierto empezó terminando de pulir pequeños detalles, pero ya con la intro y con Astros, dando paso a Astronautas empezó esa magia que Antonio, Victor y Julia crean junto al resto de la banda y a los técnicos que trabajan con ellos. La realidad es que, como ya habíamos mencionado en directos anteriores con la propuesta de esta formación, este directo es mucho más y se nota en Hormigas y Sola con la Luna en el directo de manera clara, canciones que estaban en la primera mitad, pero luego llegaron varios temas que acercaron al final con ¿Qué hago aquí?, Bien viaje y Juramento para cerrar en otra dimensión sensorial y quizá espacial donde ya no hacía calor, no había sol y solo había una conexión con unos grandes músicos y quienes escuchaban, este directo, parado puntualmente con unas cuidadas palabras de Ana fueron otra de las razones para ir a primera hora.
Delaporte era el siguiente proyecto en subirse al escenario, el dúo nos presentaba su mejor directo, lleno de fiesta y donde las canciones pasaron a ser una fiesta, el propio proyecto lo ponía de manifiesto en la mitad del repertorio y lo demostraba sin bajar la intensidad y uniendo canciones. En su directo, encontramos canciones como Clap Clap o Droga Dura entre otros, una de esas demostraciones de que llegaban en forma de fiesta. Una forma más que perfecta de que el calor pasara mientras no dejábamos de bailar y de recordar que la música muchas veces es otra cosa. En este caso, muchos asistentes esperaban el directo de Delaporte que había estado haciendo una gran temporada con los singles y en Aranda era un proyecto esperado que cumplió con lo que se esperaba.
El montaje para Amaral era un montaje que se antojaba especial, no solo por la escenografía y puesta en escena del show. Con Eva ya en el escenario, tras quitarse la bola de cristal, empezaba el concierto perfecto donde toda la banda estaba entrada para brillar, un nuevo de luces, colores, sensaciones y canciones nuevas y no tan nuevas estaban presentes en uno de los grandes platos de la jornada. Era una propuesta para recordar, una noche mágica donde su música era de lo más esperado por parte de los asistentes y durante los más de 50 minutos no defraudaron. En este caso debemos posicionar su show como el mejor del festival este año, era un plato fuerte que creció mucho y que unió a mucha gente en esta segunda jornada tan importante.
León Benavente empezó su show de manera puntal, demostrando que como banda son un verdadero huracán sonoro y visual. Este directo es una de las muestras de que la formación ha ido perfilando su puesta en escena, el juego de luces, cada gesto y, sobre todo, la forma que tienen de lucir su esencia en el escenario ha pasado a otro nivel. La elección de empezar con Cuatro monos y seguir con Amo nos presentó las intenciones de la banda por todo lo alto, con esa furia como elegancia y saber hacer de toda la formación, en el inicio del directo, en concreto el cuarto y quinto tema (Estado provisional y La Ribera) ya estaba todo el mundo entregado, dejando que la banda hiciera, dejase hacer y sobre todo dejaran que pasara el tiempo con su estilo, como pasó en Ánimo Valiente y Ayer Salí que llegaron poco más adelante y que fueron temas muy coreados. En el ocaso de los tres último temas, dejar que La canción del daño y Ser Brigada apareciesen fueron dos formas de mostrar los sentimientos de necesidad de tener su show y de hacer algo mágico.
Arde Bogotá tenía el complicado papel de cerrar la segunda jornada, ya menté la idea con la que se impusieron como banda del momento y gran acierto del festival (de la misma manera crecieron como banda y consagraron su ascenso), una cuidada pero simple escenografía (ese logo y los colores), el saber empatizar y el saber jugar en el escenario. Debemos decir que les sienta bien el escenario grande, con Dangerous y Cariño como los dos primeros temas ya fuero la declaración de intenciones, su presencia y seriedad en el escenario fueron clave para que la gente que prefería estar en la zona de restauración volviese a sentarse, estos temas están hechos para ser clave en festivales, un total de 10 cañonazos, donde no podían faltar A lo oscuro, Millennial, Exoplaneta, Antiaéreo o Abajo mostraron lo que (para muchos) es una realidad. Sonorama Ribera consagra a Arde Bogotá con su clase, estilo de tres guitarras, batería certera y banjo con embrujo, ellos llegaron para quedarse en este festival.
La tercera jornada era una mezcla de sensaciones, por un lado la tristeza de que terminara y por otro los nervios de ver que llegaría. Pero sobre todo era el momento de poder ver a algunas bandas muy esperadas por los fans, quienes tenían a sus fans a la apertura eran Comandante Twin que pusieron toda su carne en el asador con los mejores temas para que Hay una luz no faltara y toda esa gente de las primeras filas sintiera que la banda hacía esa magia que se asocia a esta canción o a En tu Ribera que es uno de los himnos del festival y no es para menos, jugaban en casa, estaban con los amigos y en el show estaban entregados, acierto de apertura para esta gran jornada.
Ginebras llegaban al escenario, acto seguido tras el cambio de escenario y ya empezó el show con todo preparado, dejando al margen algún detalle relacionado con las cuerdas, ya en el repertorio, Crystal Fighters en el inicio junto a Vintage fueron los dos primeros temas, perfectos para entrar en la fiesta que nos proponían, pocos parones (para hablar y expresar agradecimientos a los asistentes, festival, staff y alguna que otra referencia a las canciones y las ganas de tocar en el festival). No podían faltar Chico Pum y Con Altura (esa canción con la que terminaron de eclosionar), pero ante todo, no podían faltar La ciudad huele a sudor y Cosas Moradas junto a Paco y Carmela y un cierre por todo lo alto. La verdad es que era necesario tenerlas en el festival dado que identifican parte de esa fiesta propuesta y la esencia del festival de Aranda de Duero.
La la love you era el siguiente proyecto, para quienes no les conozcan, diremos que en directo ese lado más punk se hace presente. Con sus mejores temas como Laponia, La canción del verano y claro está El fin del mundo como tema estrella y más esperado por parte de los asistentes, en este caso la banda estaba en ese punto de los conciertos en sala donde no hay distancia con los fans, algo que nos gustó y es que se les vio realmente cómodos, un premio que supieron hacer valer y esperamos volver a verles por el festival, mostrando el saber hacer de una banda de técnica, buenas formas y mucho estilo fresco.
La Habitación Roja era la siguiente banda, de ellos se pueden decir muchas cosas, entre otras que el pequeño ajuste en la formación es un paso más, pero ante todo que en el Sonorama de este año, por la noche, las emociones llegaron para emocionarnos, para mi uno de los directos más especiales del festival, canciones como Indestructibles (coreados por muchos asistentes que estaban sentados) fueron de esos momentos mágicos, no solo por lo vivido este año, ellos son una de las bandas que por su recorrido, lo que aportan y sobre todo lo que expresan han pasado a ser pura magia. No podían faltar hits como Ayer, La moneda en el aire o temas del nuevo disco. Pero ellos hicieron que el festival fuese especial, no es solo todo lo que aportan musicalmente, la edición del re-encuentro sería distinta sin La habitación roja en el escenario.
Tras el discurso de Javier Ajenjo llegaban Vetusta Morla. Era el momento de ver el recinto lleno, tomar aire, decidir si se iba a ver en los asientos o zona de restauración y dejar que la magia ocurriera, ellos son quienes pueden hacer que todo pase. Era el momento del optimismo, de pensar que el Sonorama Ribera era una realidad, de que el bicho no había podido con el festival, de que esos momentos seguían y de que canciones como Copenhage, 23 de Junio y Finisterre (estas dos con Fetén Fetén como invitados), Golpe Maestro, Cuarteles de invierno y el resto de himnos iban apareciendo junto a las pocas, justas y certeras palabras de Pucho (quién llegó a ponerse íntimo y hablar a cada uno de los corazones de la gente que estaba viviendo un momento mágico). Con todo, las canciones eran cantadas por la gente y la banda, las visuales ayudaban y las luces hacían el resto, pero ante todo algo no se iba de la cabeza, era necesario.
La fiesta seguía con Varry Brava, tenía el complejo papel de ser la siguiente banda pero iban con todo, iban con la fiesta que siempre está presente, su color rosa y el calor de los fans que querían bailar, decimos calor por el bajón de temperaturas. No podía faltar No gires o Playa como ese momento de eclosión en el repertorio pop y sobre todo el momento donde más alto se escuchó al respetable quienes pedían más. Se les notaban las ganas, se les notaban la necesidad de volver a ver los ojos de la gente y de verse en un escenario donde jugar, saltar y hacer lo que mejor saben hacer. Esta banda no ha perdido el toque y que fácil hacen que nos sintamos vivos.
Jack Bisonte salía con todo, para cerrar el festival, hicieron ese show que recordó al del Lara pero ante la propuesta adaptada al festival donde les vimos muy entregados, aportando cada acorde al show y mostrando que sus canciones en grandes escenarios aportan algo más. Una gran forma de cerrar el festival, no estaría bien olvidar a los djs que hicieron el resto las tres jornadas. Un año mágico que termina con las ganas de volver.
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