Y fue repasando como me encontré con la Publicidad que unos grandes almacenes de Nueva York usaron en la Navidad de los 60. Recupero su texto (lo copio en realidad) porque contiene la mejor enseñanza de lo que en estos dos años he aprendido, lección de enfoque profesional, pero también medicina vital y ahí ya da igual si trabajas o no trabajas, si lo haces por cuenta ajena o si eres autónomo. Los chinos en su afán de simplificar lo resumen muy bien en un proverbio: "El hombre cuya cara no sonría no puede abrir una tienda". (Yo más bien digo "no debería" porque poder puede... claro que puede :-)) Aunque si quiere tener éxito con su tienda o con lo que sea, debe empezar disfrutando con lo que hace, y el disfrute empieza cada mañana cuando delante del espejo visualizas el día que tienes por delante. Sonríe y nadie será capaz de darte ese día un No. Pero eso sí: sonríe de verdad. Si miro atrás lo mejor siempre ha empezado por una Sonrisa, y los proyectos más bonitos han estado llenos de ellas. Y seguro que a muchos de vosotros os ocurre igual. La sonrisa mejora la salud seguro y (para los más prácticos) hace subir las ventas. Y es la mejor moneda en cualquier transacción, una moneda que nunca se devalúa. (Clientes: ¿Cautivas su corazón o te peleas por su dinero? Si tenéis tiempo leed el post. El vídeo seguro que lo conocéis pero merece mucho la pena volver a verlo. Todo un curso resumido en 16 minutos.) Y visto lo visto por delante tenemos 366 días de oportunidad. Muchos días para destapar la felicidad y quien la destapa, aunque sólo sea por un segundo, consigue -como dice Coca-Cola en su último spot- hacer de éste un mundo mejor. En algún sitio leí que el 2012 es un año de color Azul. Y el azul es el color de la confianza, no hay ningún sentimiento negativo en el que domine el azul. Es el color de la simpatía, la armonía, la amistad, la fidelidad. Sentimientos que se acreditan en el tiempo y se basan, como la sonrisa, en la reciprocidad. El color de lo eterno y de lo que deseamos que permanezca. ¡Feliz 2012 a todos! No dejéis de sonreír.
Esta Navidad me he tomado una semana de vacaciones, sí, vacaciones de autónomo, de esas que te tomas para no dejar de pensar. Y aunque son vacaciones "a medias", -en el rabillo del ojo derecho está el mail y en el izquierdo el teléfono-, lo cierto es que las estoy disfrutando y me está gustando mucho tenerlas. Después de dos años me las he ganado.
En febrero de 2012 Bluechip Comunicación cumplirá dos años, el 8 de febrero para ser exacta. Así que no está mal esta semana para pensar y repasar.
Este copy vale... EL VALOR DE LA SONRISA No cuesta nada, pero crea mucho. Enriquece a quienes reciben, sin empobrecer a quienes dan. Ocurre en un abrir y cerrar de ojos, y su recuerdo dura a veces para siempre. Nadie es tan rico que pueda pasarse sin ella, y nadie tan pobre que no se pueda enriquecer por sus beneficios. Crea la felicidad en el hogar, alienta la buena voluntad en los negocios y es la contraseña de los amigos. Es descanso para los fatigados, luz para los decepcionados, sol para los tristes, y el mejor antídoto contra las preocupaciones. Pero no puede ser comprada, pedida, prestada o robada, porque es algo que no rinde beneficio a nadie a menos que sea brindada espontánea y gratuitamente. Y si en la extraordinaria afluencia del último momento de las compras de Navidad, alguno de nuestros vendedores está demasiado cansado para darle una sonrisa, ¿Podemos pedirle que nos deje usted una sonrisa suya? Porque nadie necesita tanto una sonrisa como aquel a quien no le queda ninguna que dar. Años 60. Grandes almacenes y Navidad. Publicidad emocional pero genuinamente orientada a la Venta aunque nunca lo confiese. La venta culmina con el cobro pero empieza con una buena atención al cliente y ésta empieza por la sonrisa de verdad, de esas que se extienden entre dos orejas que funcionan también de verdad. Y en ese triángulo: Oreja-Boca-Oreja está la receta de la eficacia para la Venta. Porque esa sonrisa "emocional"-y no el gag- es la que luego recuerdas cuando cierras los ojos.
El cielo es azul y el horizonte también. Así que toca sonreír, seguro que este año todos tendremos buena suerte. Yo al menos me he creído que 2012 será un año Bluechip!