Y así, gana terreno el ansia por destacar, el titular, mensaje o frase sonora que nos convierta en algo más visibles, en más merecedores (¿merecedores?) de atención, dando lugar, incluso, a lo que se ha denominado 'economía de la atención'.
Y entre todo ese cúmulo de frases hechas, de mensajes que caben en un tuit (rebautizado ahora como 'post'), en un titular o en la declaración grandilocuente de directivos, speakers, consultores o periodistas, hay una que desde hace años me ha resultado especialmente odiosa, que me provoca lo que, casi poéticamente denominaré lágrimas aunque, en realidad es rechazo profundo.
La frase odiosa: los datos y el petróleo
Y la frase, esa frase que se me ha hecho odiosa, que metafóricamente me hace llorar, por lo repetida y por lo, en mi opinión, inadecuada, es:
Los datos son el nuevo petróleo
Clive Humby
o en su versión original, formulada por el matemático Clive Humby parece que ya en 2006Data are the new oil
pero parece que, el texto algo más completo del británico era:
Data is the new oil. It’s valuable, but if unrefined it cannot really be used. It has to be changed into gas, plastic, chemicals, etc. to create a valuable entity that drives profitable activity; so data must be broken down, analyzed for it to have value.
Y leída al completo, el texto alcanza más sentido, desde luego mucho más que la forma en que la veo usada una y otra vez.
Motivos para odiar una frase
¿Por qué me resulta odiosa la frase?
Tengo que decir que la culpa no es de Humby. La frase, pronunciada (o escrita) por él y bien explicada, contiene dos mensajes sobre los datos que son ciertos: que son valiosos, en primer lugar, como también lo es el petróleo y, en segundo, que para extraerles ese valor deben procesarse o, como diríamos en el caso del crudo, deben refinarse.
Así que la frase es correcta.
Pero me resulta odiosa, en primer lugar, y sobre todo, por su repetición hasta el hastío y con frecuencia fuera de contexto.
Relativa al hastío quisiera decir que las frases llamativas, los titulares, tiene su valor comunicativo y su interés cuando realmente nos sorprenden, nos impactan, nos llaman la atención. Cuando la misma frase, llamada a ser sonora y espectacular, la oyes repetida centenares de veces, escrita otros centenares de veces, la originalidad y la fuerza comunicativa se convierten en puro aburrimiento, en hastío. Y eso ha ocurrido, al menos para mi, con esta frase.
Pero, además, recalco el fuera de contexto, o podría decir que incompletitud porque cuando he oído esa frase, el aspecto del 'refino' de la necesidad de tratamiento de los datos, importante en la declaración original de Humby, se olvida y sólo parece querer transmitir la importancia de los datos en una economía digital.
Aunque realmente no es lo que más me importa, diría que hoy día resulta incluso un poco desafortunada. Y lo es porque, en una época en que por fin parece que nos hemos concienciado de la necesidad de cuidar nuestro planeta, del negativo impacto que sobre él tiene el uso de los combustibles fósiles (básicamente los derivados del petróleo), de la necesidad de una profunda transformación de nuestro modelo energético hacia uno mucho más sostenible y respetuoso con el medio ambiente, asimilar petróleo a valor y modernidad, resulta de un muy dudoso acierto.
En fin, un poco para llorar, un poco para derramar unas lágrimas.
Floridi y motivos para la sonrisa
Pero la sonrisa me la ha producido encontrarme este tema en un lugar donde no me lo esperaba, a saber, en el libro 'The ethics of artificial intelligence' del filósofo italiano Luciano Floridi.
Y en efecto, no he podido evitar sorprenderme y también sonreír al leerle:
They say data are the new oil. I do not think so.
Luego, tras tan contundente declaración, dedica unas frases a explicar su posición. Y así, nos dice:
Data are durable, reusable, quickly transportable, easily duplicable, and simultaneously shareable (non-rivalrous) without end. Oil has none of these properties.
En este caso, parece que lo que Floridi destaca es la inexactitud de la comparación, en realidad la 'estrechez' como él la denomina:
So, the analogy is stretch, to say the least.
Luego recuerda el mensaje principal contenido en la frase de Dumby.
It is true that data, like oil, are a valuable resource. They must be refined to extract their value
y luego prosigue su discurso ya orientado hacia la inteligencia artificial y sus aspectos filosóficos y éticos.
En cierto modo, creo, esta mención a mi odiada frase, es accidental en el discurso de Floridi pero, tal vez por eso, encontrármela en su texto me ha hecho sonreír, tal vez queriendo percibir una lejana camaradería, un compartido rechazo e esta frase odiosa, no por sí misma, sino por cómo ha sido utilizada.
Conclusiones
Mi conclusión este particular 'sonrisas y lágrimas' es muy sencilla y la dejo en una petición:
Por favor, por favor, por favor, directivos, speakers, consultores y periodistas del mundo, no empleéis más la frase 'Los datos son el nuevo petróleo'. Hoy en día resulta aburrida, descontextualizada y desafortunada.
Sonreíd y buscad otra frase más acertada y original.