
Esto quiere decir que Sony Ericsson no solamente pasa a manos de Sony en su totalidad sino que también se queda con la propiedad de cinco familias de patentes de tecnología inalámbrica de Ericsson. Además han firmado un acuerdo de licencia cruzada por el que ambas compañías podrán intercambiar su propiedad intelectual.
Así que Sony por un lado busca crear un ecosistema sólido de dispositivos propios que se puedan integrar entre sí y nutrirlos de contenidos a través de sus servicios, y por el otro consigue nuevas patentes y acuerdos de propiedad intelectual para protegerlo y potenciarlo rápido. Veremos qué tal les sale la jugada.