Un simple resto de una moldura de madera puede aumentar su valor de forma significativa. Al disponer de ella, un buen día pensé en transformarla en un bonito y exquisito soporte para el teléfono móvil o celular, evitando así que estuviera pululando sobre las mesas de mi vivienda.
La realización del soporte fue tremendamente sencilla: simplemente consistió en crear un apoyo, con la finalidad de que el soporte adoptara una posición correcta, no demasiado tumbada. Dicho apoyo consiste, simplemente, en una L metálica atornillada a la moldura. Finalmente, en el punto de apoyo del teléfono dispuse un fieltro adhesivo para garantizar su agarre al soporte.
Este es un claro ejemplo de cómo puede dotarse de valor a un objeto prácticamente inservible, de una forma muy sencilla y creando un nuevo objeto de gran utilidad y belleza.
Vista de la parte frontal del soporte
Vista del lateral del soporte y su apoyo metálico
