Sorpréndeme

- El otro día conocí a aquella chica.
- ¿A quién?
- Si, aquella que se acababa de mudar recientemente y era amiga de Lucia. Al final pude tener una cita con ella.
- Ah, ya caigo. No pierdes el tiempo campeón.
- Si... sabes que es lo primero que me preguntó.
- Qué.
- Que cual era mi Facebook para agregarme.
- Bueno... es algo normal hoy en día cuando conoces a alguien. ¿Se lo distes?
- No. Le dije que prefería no dárselo.
- Empezaste mal.
- Ya. Pero no quería ojear todas sus fotos.
- Bueno, no te obligan a verlas.
- Si tengo acceso a ellas casi que estoy obligado. No podría resistirme.
- A ver, no entiendo el por qué.
- No quería ver todas sus fotos, no quiero saber quiénes son sus amigas, no quiero ver toda su ropa, no quiero saber que hizo el verano pasado, no quiero ver a sus ex mientras se comen los morros, no quiero ver a su familia, no quiero saber a qué países ha viajado, no quiero ver a su perro o gato, quiero que me presente a sus amigas poco a poco y que no me suenen de nada, quiero ver a su perro mientras disimulo lo feo que es, quiero poder observar por primera vez a su familia, quiero que me cuente donde ha estado…
- Pero por qué.
- Quiero que al menos me sorprenda un poco para que no me resulte todo tan aburrido.