UNA PERRA PREÑADA
Podría despertar el instinto maternal de mucha gente, pero digamos que esta pobre perra no tiene suficiente con haber terminado con sus huesos en las frías, húmedas y sucias paredes de la perrera, sino, aparte de eso, la pobrecita es una perra, digamos suavemente "don nadie", como mucha gente diría, chucho o para aportarle su género, chucha, por tanto, seamos razonables, las probabilidades de salir de ahí son CERO.
Si alguien ha pensado en adoptarla o sacarla de ahí mientras lee esto, por favor, que me lo haga saber.
CONTACTO:
[email protected]
