Revista Maternidad
Tengo que confesarlo, los animadores y yo no nos la llevamos nada bien, será tal vez porque las actuales fiestas infantiles y yo no nos las llevamos nada bien... pero de verdad siento que en esas fiestas con salón alquilado y sobre todo dos adult@s persiguiendo a l@s niñ@s diciéndoles que hacer y como hacerlo, llenándolos de normas y directrices, de actividades regladas, que además fomentan la competencia y la exclusión son un robo a uno de los pocos espacios que aún les quedan a l@s niñ@s para relacionarse libremente, jugar libremente, ser niñ@s. Cada vez más contruimos contenedores de niñ@s donde los adult@s podemos desentendernos, pero con la conciencia tranquila porque l@s niñ@s están (supuestamente) divertiéndose y encima aprenden, socializan y llegan agotados a casa...
Ahora, si el animador en cuestión es además un adulto que le parece divertidísimo hacer sufrir a l@s niñ@s con bromas de mal gusto, mi poca tolerancia se convierte en odio profundo. No lo entiendo, sencillamnte no entiendo que de gracioso puede tener asustar a un niñ@, verlo sufrir, aunque sea por instantes, que es lo divertido de comerse el último bocado de ese plato tan especial que se está comiendo un niñ@ aunque haya más en la cocina, que es lo gracioso de decirles pequeñas (aparentemente) mentiras que luego habrán de poblar las pesadillas y angustias más profundas, o de quitarles y/o esconderles sus juguetes... Para mi es una ostentación de poder, de supremacía y un abuso en toda la regla.
Pues hace unas semanas Kyara tuvo un desafortunadísimo encuentro con un adult@ de este estilo, animador de una fiesta infantil ... en que manos dejamos a l@s niñ@s, con tal de que no nos molesten??? La fiesta ya se estaba acabando y le habían dado un globo a cada nene. Nosotros nos estábamos despiendo y Kyara estaba en la puerta, bastante lejos de nosotros esperando para irnos (ella no es nada amante de las fiestas de ese estilo...), cuando el animador quien también se estaba yendo pasó por detrás de ella y le sacó el globo y amagó con devolverselo o quedarselo. Divertidisimo el muy cretino! Yo me quedé de piedra y cuando atiné a correr hacia ella ya se lo había devuelto y veloz se fue ( muy tonto no era, ya que por la cara de Kyara se dio cuenta que había metido la pata hasta el fondo). Kyara se giró buscandonos y acto seguido corrió hacia mi llorando, con un llanto desgarrador.
Primero tuve que decirle lo siento, porque si ese adulto la había maltratado yo no supe defenderla, y entre el maltrato de un adulto X y el no respaldo de mamá no tengo dudas de cual hace más daño. Si! estuve tarde, tarde, lenta y hasta cobarde también, la verdad sentí como ese maltrato tocó la fibra de mis maltratos más profundos, los que viví de niña y de los que no me pude defender.
Por supuesto validamos, escuchamos y acompañamos su dolor, su enojo y sobre todo la dejamos expresar y llorar el sufrimiento que le provocó ese abuso, durante el tiempo que así lo necesito. Y ya cuando volvíamos a casa Guido le dijo: sabes qué? la próxima vez que un grandote te haga algo así le puedes decir "sos un boludo". No es una palabra que ella use y nunca antes le habíamos dicho algo así.
Cuando llegamos a casa y estábamos entrando a nuestro departamento me dijo: sabes que mami, voy a decirle sos un boludo. Yo creí que lo decía para la próxima vez o algo así. Pero ella me tomó la mano me dijo "juntas", se giró mirando hacia el pasillo a oscuras y gritó: Sos un boludo!
Entró a casa resplandeciente, sonriente, se lo había sacado de encima!
PD: Te pensé tanto Sonsoles y tanto de agradecí. Les recomiendo esta respuesta de Sonsoles en su página Respetar para Educar
Han pasado semanas ya desde ese suceso y no volvió a usar la palabra, salvo cuando relata el hecho o se acuerda.