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Llegado a último tercio del siglo, Hobsbawn se fijó en cómo el capitalismo se adaptó a una economía mixta en la cual la diferencia entre derecha e izquierda pasó a ser mínima al predominar las políticas de bienestar aun sabiendo que eran crecientemente insostenibles y, además, perjudiciales para las economías en desarrollo. Es la sociedad acomodaticia que desconoce la salud moral y el vigor marcial churchilliano. También se detuvo en la ruptura de los vínculos generacionales. La juventud, convertida en culto y cultura, dejó de ser un aprendizaje para la condición de adulto y se transformó en el estado final del desarrollo humano humano. La boutade y el pensamiento desordenado estaban servidos. Putin se puede frotar las manos".El gran cambio: la juventud como un estado eterno y final. El señorito insatisfecho, que describió Ortega con tanta precisión hace casi un siglo... PS: el predicador...Revista Opinión
Reflexionaba el otro día Burns Marañón en Expansión sobre Putin y lo de Crimea. Y cerraba su reflexión, en la que se colaba como eje Eric Hobsbawm, asegurando que: