Revista Cultura y Ocio

Sostiene Pereira. Antonio Tabucchi

Por Mientrasleo @MientrasleoS

Sostiene Pereira. Antonio Tabucchi
     "Sostiene Pereira que le conoció un día de verano. Una magnífica jornada veraniega, soleada y aireada, y Lisboa resplandecía. Parece que Pereira se hallaba en la redacción, sin saber qué hacer, el director estaba de vacaciones, él se encontraba en el aprieto de organizar la página cultural, porque el Lisboa contaba ya con una página cultural, y se la habían encomendado a él. Y él, Pereira, reflexionaba sobre la muerte. En aquel hermoso día de verano, con aquella brisa atlántica que acariciaba las copas de los árboles y un sol resplandeciente, y con una ciudad que refulgía, que literalmente refulgía bajo su ventana, y un azul, un azul nunca visto, sostiene Pereira, de una nitidez que casi hería los ojos, él se puso a pensar en la muerte."

     Cuando se publicó este título a mediados de los noventa sucedió algo casi inaudito, crítica y lectores coincidieron en su valoración, provocando que sus ventas alcanzasen una progresión pasmosa. Ha sido de esas novelas llevadas al cine con más o menos éxito dependiendo de a quien se le pregunte. Pero no cabe duda de que es un título conocido por todos. Hace no demasiado me tropecé con él y, sin darme tiempo a pensarlo, me lo traje a casa. hoy traigo a mi estantería virtual, Sostiene Pereira.
     Conocemos a Pereira, un periodista encargado de la sección cultural en Lisboa. Es un hombre anclado en el pasado, casi pesimista, que habla siempre de autores fallecidos y literatura escrita hace ya tiempo. Necesitado de ayuda contrata al joven Monteiro Rossi, un hombre apasionado por la vida que dejará junto a su novia, una huella imborrable en la vida de Pereira.
     Tengo que confesar que me enamoró Pereira. Pero no de la forma que lo hacen los galanes de cine, no. Mi Pereira es un hombre solitario que habla a un retrato. Un periodista que vive en un pasado que lo aprisiona, haciéndolo sudar de forma literal, y que vive un presente reprimido también por un régimen político. Un intelectual que observa un cambio político creciente en Europa y que conoce a quien perfectamente podría ser su hijo. Es un hombre humano y tierno que nos muestra su vida en Lisboa entre el amor a las letras  y el arte y con un ojo puesto en la Guerra Civil del país vecino. Sin tener claro quien nos cuenta la historia nos encontramos acompañando al que pronto es nuestro querido amigo Pereira, un personaje que, según cuenta el epílogo, se le presentó al autor para imponerle su historia de limonadas y tortillas. Poco a poco vamos viendo como este hombre mira lo que sucede a su alrededor y, lejos de cerrar los ojos, empieza a adquirir una suerte de conciencia que lo lleva por caminos que jamás hubiera sospechado.
     Una ambientación magnífica, un Monteiro que, tal vez por celos míos o sobreprotección a mi buen amigo Pereira, tardó en caerme bien y un libro que demuestra que una historia conmovedora, triste incluso, puede ser hermosa. No diré que es la historia más hermosa que he leído, pero si que es una de esas que guardo dentro porque me caló un poco más de lo habitual.
     Tampoco haré más extensa mi opinión, puesto que lo hace el autor al final del libro y competir con su genialidad estaría del todo fuera de mi alcance. En todo caso os dejo mi recomendación, una historia de un hombre aletargado que necesita despertar. Un título conocido pero imperdible, con una coletilla inolvidable, os invito a conocer qué es lo que sostiene Pereira.
     Igual sólo me pasa a mí, pero.. ¿no hay personajes que os resultan enternecedores o inolvidables por algún motivo?
     Gracias

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