Uno
Entre 1975 y 1978 Brian Eno grabó una serie de piezas instrumentales, pensándolas como soundtracks para "films imaginarios".
Originalmente editado en formato limitado de 500 lps (distribuidos entre diversos directores de cine) Music for films vio finalmente su edición convencional en 1978.
DosA diferencia de otros trabajos ambient de Eno (Discreet music, Evening star o Music for airports) compuestos por piezas largas y derivativas, Music for films presenta formas breves, casi esquemáticas y de escaso desarrollo. Cuando la música parece despegar, todo termina a los dos, acaso tres minutos.
El armazón de estos soundtracks se apoya principalmente en sonidos sintetizados y unos pocos instrumentos orgánicos que aportan su timbre. Ahí están los nombres que desfilan como "invitados": Phil Collins, Fred Frith, John Cale, Rhett Davis y Dave Mattacks, entre otros. Los oídos perspicaces descubrirán, además, que parte del instrumental utilizado en estos tracks fue el mismo que Eno usó para los contemporáneos trabajos del período berlinés de David Bowie (Heroes y Low, específicamente).
Dos elementos, entonces, definen a Music for films: ideas celulares, pequeñas (aunque sumamente ricas en implicancias, tal vez como en nigún otro de los trabajos ambient de Eno) y una presentación minimalista, casi de boceto. Este esquema nos permite, como oyentes, completar lo que falta para que esos "films imaginarios" continúen rodando.
El tercer elemento es el paisajístico. Music for films irradia luminosidad (algo así como rayos de sol entre nubes en mañanas otoñales) y aporta sus tonalidades ocre, también, al atardecer. Una "música crepuscular" para espacios abiertos. ¿Campos, extensiones de verde? Con esta música, cada cual filma su propia película.
TresEn su mejor tramo (la primera mitad) "From the same hill", "Slow water" y "Aragon" producen una flotación luminosa, cargada de posibilidades y enigmas: el secreto de la mejor música ambiental. Una música definida no tanto por el placer y la relajación/ identificación con el entorno, como por la inquietud y el enrarecimiento de lo que nos rodea.
Preguntas, intenciones todavía no expresadas Nunca está demás decirlo: a diferencia de la música New Age o meramente "ambiental" (ésa que suele comercializarse mayormente para la relajación y el acompañamiento de distintas terapéuticas) la mejor música ambient abre panoramas inciertos, genera cuestionamientos y nos conecta con la materia misma de la música.
Ahí están estos 18 tracks para confirmarlo.
BonusAl menos tres de estos "soundtracks" aparecieron finalmente en diversos films. Tal es el caso de Sparrowfall (en la película A better tomorrow, de John Woo; Slow water (en Jubilee, de Derek Jarman) y Final sunset, en otros dos largos de Jarman: Breathless y Sebastianne.