Revista Viajes

Souvenirs para chuparse los dedos

Por Verónica Marmolejo
mermelada, souvenir, Canadá, Quebec
Hace tiempo que dejé de comprar plumas, llaveritos, playeras y gorras como souvenirs por varias razones que hoy les contaré. Ahora prefiero traer regalitos sabrosos del lugar que visito porque me parece que esos a todo mundo gustan.
Por un tiempo fue muy común traer de los viajes cada souvenir!! Y siendo realistas, cuántas veces trajimos o nos trajeron algo que se quedó en un cajón? Seguramente muchas! Creo que son realmente pocos son los que le daban uso a regalos como playeras, gorras (que además no son nada baratas), tazas, plumas, llaveros y demás artículos promocionales del destino o atractivos que visitamos. Hay algunos que valen la pena por innovadores y por su calidad, pero la gran mayoría son baratijas.
Por estas razones y dado que cada vez todo es más caro, hace unos años decidí ir reduciendo considerablemente la cantidad de regalos que traigo, pero lo poco que compro es para mis seres más cercanos y para ellos suelo buscar todo aquello que se pueda comer, porque pienso que así realmente lo disfrutan, porque no hay quien se resista a unos buenos tamarindos del sur de México, a las cocadas de Colima, a la miel de maple de Canadá, a los chocolates de Oaxaca, al mole de Puebla, a los macarons de Francia, a la charcutería de España y a tantas y tantas delicias que he encontrado por los lugares que visito.
Siempre hay algo típico que comprar que a alguien de tu familia le gustará, dulce o salado. Por ejemplo, un buen frasco de aderezo lo puedes regalar a una pareja de amigos, cosa que no podrías hacer con una playera y creeme que lo primero te costará menos y te lo agradecerán mucho más.
Eso de traer delicias de otros lugares me ha resultado muy bien porque todos lo recuerda y me comenta lo mucho que le gustó tal o cual cosa que les traje; pero cuando toca regresar a ese sitio me recuerdan precisamente “lo mucho que les gustó” tal o cual cosa, mi mamá es experta en eso.
Y creo que este es el momento ideal para repetir un consejo: “Si quieres mucho a un amigo, no le encargues nada de su viaje”. Deja que te traiga lo que guste y si es posible, porque tampoco hay que tomar a mal que no compre nada para ti, mira que todo está tan caro!! 
Sé el mejor de los amigos y en lugar de decirle el típico “me traes algo”, dile: “diviértete mucho y gasta todo en ti”.

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