Últimamente estaba viendo fotos de soltera, antes de convertirme en mamá de Ale y Juan, y a parte de los cambios ¨radicales¨ que ha sufrido mi cuerpo y mi estado mental, he visto muchos cambios positivos (yo pensaba que había cambiado para mal, porque así me dijeron una vez), y he bajado mucho de peso por ejemplo, a comparación de cuando estaba soltera, tengo más valentía y honestidad en decir las cosas, ya no me importa mucho el que dirán, me da igual si al sexo opuesto le gusta o no mi estilo porque tengo un esposo y sólo me importa el que dirá él y mis hijos, ya no soy egoísta (quizá fui un poco en el pasado), tengo más amigas sinceras y menos conocidas o amigas de fiesta, y puedo enumerar más cambios positivos.
Pero también, a parte de mis cicatrices de césarea (algo que fue inevitable), me volví un poco despeinada a lo Mafalda...se imaginan? No me bañaba los domingos, como dice la canción de Shakira, mi babydoll era una camisa vieja de mi novio-esposo y un buzo negro talla XL. No me maquillaba, no sabía maquillarme adecuadamente, desconocía lo que era el corrector o qué significaba blush en español, sinceramente ya no me sentía mujer, había evolucionado como un pokemón, era Pokemamá.
Sin embargo, fue cuando mi hija mayor Ale cumplió su primer añito cuando me decidí, me miré al espejo y me dije: Tú ya no eres Noor, sólo eres un pecho dador de leche. Y es que ya no podía seguir así, esta bien era una madre dedicada, una madre día y noche, obviamente lo hacía con mucho amor, era mi primogénita, el amor de mi vida, pero qué hay con el amor propio? Lo había olvidado.
Empecé a revisar blogs de belleza, maquillaje, tutoriales en youtube de chicas hermosas que saben maquillarse, y empecé yo misma a practicar en casa, a invertir de a poquitos en una buena base, un polvo y un rubor, luego aprendí a usar bien el rimel y compré correctores para el rostro, al principio me maquillaba con los dedos y luego aprendí a usar las brochas. Hasta que poco a poco ya sabía la básico, ya era mi maquilladora personal. Recuperé la idea de ser mujer, de poder arreglarme yo sóla, y quise crear un espacio para ayudar a mamis primerizas y mamás que están perdiendo o creen que han perdido su toque de mujer.
No te olvides mami de ser mujer, que se revele tu maquilladora personal, tu belleza interior es lo más importante pero también vístela con color.
Sonríe, Vive, Disfruta y Sé Feliz