Yo me he sentido reflejado en esta situación muchas veces. Más de las que debería. El estrés que lleva es insoportable. A la larga, mata.
Así que hay que afrontar esta situación. Lo hago de nuevo. Me pongo en estado resolutivo. Vuelvo a empezar:
-Listado de tareas(en papel, en el ordenador, en la Tablet, en el móvil,…) siempre por escrito y para tenerlas muy a mano. - Orden de prioridades (importantes, necesarias, urgentes, que afectan a otros, a largo plazo, interesantes, con posibiidades, etc,etc.) que dejo bien registrado. Por supuesto cada uno marca su propio orden. Este no se altera bajo ningún concepto. - Ejecución de tareas según el orden establecido. Sin contemplaciones. Sin excusas. Marco cada tarea finalizada. Aquí es cuando más necesito mi aprendizaje para decir no. Si dejo que los demás me organicen, estoy perdido. Reconozco que cuando entro en este estado resolutivo, los resultados son satisfactorios, y congruentes, y desestresantes, y motivadores, y rápidos, y …espectaculares.Una vez finalizado el bloque, me regalo un poco de desidia y vuelvo al estado saltamontes, que ser perfecto todo el tiempo es agotador.