Revista En Femenino

¿Soy una buena madre?

Por Clara Ingeniera @mamaingeniera

La maternidad es tal y como me la esperaba. Abrumadora, agotadora, brutal, alucinante.

El instinto está ahí sin necesidad de forzarlo. Quiero proteger a Bichito, cuidarlo, darle mimos, besos. Lo miro y siento mariposas en el estómago. Estoy reviviendo mi primer amor.

Pero en ocasiones me pregunto si lo estaré haciendo bien.

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Mi bebé es muy intenso

No es la primera vez que lo digo. Bichito es muy intenso, a pesar de las opiniones que me pueda encontrar. Lo veo.

Tiene energía para dar y vender, y comparado con otros niños, recibe adjetivos de todo tipo (aunque desde el cariño). Este niño es un demonio, menudo bicho es, prepárate, la que te espera, etc.

Y el caso es que a mí me gusta así. Activo, risueño, bicharraco, con ideas traviesas y tan cariñoso que me lo comería a cachos.

Aún así, me surge la duda de si lo estoy haciendo bien.

La paciencia es la clave

He descubierto que mi paciencia ha mejorado muchísimo desde que tengo a Bichito.

Nunca grito, soy consciente de que no entiende el NO y soy más que partidaria de una educación sin violencia (física ni psíquica). Pero a veces me desespero, no te voy a mentir.

El otro día, sin ir más lejos, Bichito se despertaba cada 15-20 minutos. Cuando estoy cansada, sin dormir, con montón de cosas de casa por hacer (soy incapaz de ignorarlo), con otro montón de cosas pendientes de cualquier otra cosa, sin tiempo para ducharme… me agobio.

A veces creo que no tengo la paciencia suficiente, que me agobio por tonterías. Pero siento que no puedo más y que estoy a punto de explotar decidida a regalar a este niño.

Me siento culpable

Una única vez, en casi un año de maternidad, he perdido los nervios y le he gritado un “cállate ya!”.

Obviamente me sentí como una mierda después. Lloré sintiéndome culpable de haber hecho algo con lo que no estoy de acuerdo, pero me dormía de pie y las neuronas no llegaban a más.

Tengo a maridín, sí, pero la teta es mía y últimamente es obsesión lo que tiene.

Veo muy lejos el destete que tan bien planeado tenía, y veo muy lejos las noches del tirón.

Para mí que simplemente se queje, aunque sea cada 30 minutos, si luego se coge a la teta tan normal, ya me va bien. Pero que llore y llore y llore, y me tenga que levantar de la cama y mecer sus 10,300kg mientras mama, puede conmigo. Y si aún dijera que eso lo hace dos veces en toda la noche, pues aún lo podría aguantar, pero ¿cada 30-40 minutos? Ni de coña.

De todo se aprende

Sé que no lo hice bien cuando perdí los nervios, que quizás podría haber aguantado un poco más.

Para mí una no es mala madre si pone a sus hijos a ver los dibujos para poder vestirse (cosa que tengo que hacer cada mañana), sino si trata a su hijo sin respeto, con gritos o violencia. Eso sí que es ser una mala madre. Y yo no quiero serlo.

Quiero ser la mejor versión de mí misma y que Bichito crezca siendo una persona con gran inteligencia de todo tipo, pero la emocional es de las más importantes. Que sea equilibrado, que tenga confianza en sí mismo, que no pierda los nervios y que sepa enfrentarse a las situaciones que se le presenten en la vida de forma calmada.

Creo que nunca se deja de aprender a ser mamá y que según vaya creciendo Bichito, más creceré yo (y no me refiero en años sino en madurez emocional).

¿Has perdido los nervios con tu hijo alguna vez? ¿Qué tipo de educación le estás dando a tu hijo?


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