El cuerpo de Santa Felícula es
rescatado por San Nicomedes.
Entonces Flaco la entregó a los soldados, y Felícula fue encerrada en una prisión durante una semana. Al cabo, el alguacil le preguntó compadecido de su sufrimiento: "¿Por qué morir de una miserable muerte? Flaco es noble, rico, joven, elegante, y amigo del emperador". Felícula sólo le respondió: "Soy una doncella cristiana dedicada a Cristo". Al ver que nada podían contra ella, la llevaron al templo de las vestales, en el Foro, para que estando entre aquellas vírgenes consagradas, se convenciera de adorar a los dioses y casarse con Flaco. Pero nada, no pudieron las vestales derrotar su fe cristiana, y Felícula volvió a la prisión. Luego la descoyuntaron en el potro, donde el verdugo, compadecido, le dijo: "Di que no eres cristiana, y te dejaré ir". "Empiezo a ver a Quien ama mi alma" – replicó Felícula – "que por mí probó hiel, llevó una corona de espinas, y murió en la cruz". Entonces la sacaron de la cárcel y la arrojaron a las cloacas, donde murió ahogada.
El presbítero San Nicomedes (15 de septiembre), sabiendo donde había sido arrojado el santo cuerpo, entró a las cloacas, lo rescató y lo enterró en la Vía Ardeatina. Algunas reliquias suyas reposan las iglesias de Santa Préxedes y San Lorenzo, Roma, aunque otros sitios también reclaman tener reliquias suyas, pero pueden ser de otras mártires del mismo nombre. De hecho, aunque es la más conocida, hay otras dos mártires llamadas Felícula, a 14 de febrero y a 5 de junio.
Fuente:
-"Vidas de los Santos". Tomo VI. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.
A 13 de junio además se celebra a
San Antonio de Padua, presbítero fraciscano.
Beato Gerardo de Claraval, abad.