Revista Diario
El tema sueño va de mal en peor.
Esta semana las noches están siendo todas toledanas, pero es que anoche ya fue la repera. Creo que desde sus primeras semanas de vida no habíamos tenido una noche tan larga. No hubo siesta por la tarde (bueno, 20 minutos en el coche). Se durmió a las 21.30h, se despertó a las 23.30h y a partir de ahí cabezadas aisladas de no más de 10 minutos, intercaladas de patadas, cabezazos, movimientos ventilador, lloriqueo, pelos arrancados... así hasta pasadas las 4 de la mañana. Y antes de las 08.30h ya estábamos en marcha.
A eso de las 03.25h, desesperada por dormir y por los lloriqueos (él estaba sufriendo porque también tenía sueño pero no lograba conciliarlo) le di apiretal. No sé si fue el cansancio que hizo mella o que le dolía algo y se calmó, pero pasadas las 04.00h por fin pudimos dormir 4 horitas.
El caso es que las siestas, desde que las dormimos juntitos, son estupendas. Un par de horitas de sueño súper profundo sin moverse de la postura en la que cae. Es la noche la que resulta un suplicio.
Que algo pasa, es evidente. ¿Maduración de los ciclos del sueño? ¿Inquietud relacionada con el principio de la deambulación? ¿Dolor de muelas? ¿Malestar por las vacunas del viernes? ¿Calor/frío? ¿Más cambios en ciernes, por ejemplo, sus primeras palabras? ¿Todo junto?. No sé, pero se admiten sugerencias... o un corrector de ojeras cobertura total.