Space Jam (Joe Pytka, 1996) se convirtió en todo un clásico infantil de los 90 al renovar la fantástica unión de animación y personajes reales, esta vez con la fusión de las estrellas de la Warner Bros, los Looney Tunes, con las estrellas de la NBA, encabezados por Michael Jordan. El protagonismo de la estrella deportiva y de los clásicos Bugs Bunny, Pato Lucas, Piolín, Tasmania y un largo etcétera, consiguió que esa divertida y, también hay que decirlo, simple aventurilla, tuviese un rotundo éxito de público.
Veinticinco años después, con la imaginación de las grandes productoras por los suelos, Warner Bros nos presenta una especie de secuela renovada donde la avanzada tecnología y sus peligros toman protagonismo para ofrecer un nuevo partido de baloncesto por la salvación. Si en aquel caso eran los Looney Tunes los que necesitaban ayuda para enfrentarse a un partido contra extraterrestres, en Space Jam: Nuevas leyendas (Malcolm D. Lee, 2021) es la estrella de la NBA Lebron James -quien da relevo a Michael Jordan- el que encuentra ayuda en los dibujos animados para recuperar a su hijo.
El hijo de LeBron es absorbido por Warner 3000, una computadora manejada por un algoritmo que ofrece nuevas ideas a la productora y que inicia una venganza maligna al ver que son rechazadas. El último concepto que les ofrece es que LeBron James sea fotocopiado para poder utilizar su imagen como actor en cualquier nuevo proyecto de la productora. El rechazo del baloncestista a este proyecto inicia la furia del algoritmo, que secuestra a James y a su hijo en el mundo virtual de Warner Bros, donde se almacenan todos los personajes y mundos propiedad de la major.
Lo que en un principio podría haber resultado un acercamiento interesante, por parte de la propia Warner Bros, a la oscuridad tecnológica que nos presentaba la notable El congreso (Ari Folman, 2013), donde las grandes productoras querían hacerse dueñas de la imagen digital de los actores para utilizarlos indiscriminadamente sin la necesidad de estar estos presentes (algo que hemos empezado a ver en sagas como Star Wars tras la muerte de algunos intérpretes), acaba dejando paso a un batiburrillo muy poco organizado y sin alma.
Si la original ya se mostraba, en muchas ocasiones, como una publicidad corporativa, tanto en su contenido como en sus formas, Space Jam: Nuevas leyendas lo hace el doble. El conglomerado de cameos de celebridades, personajes y películas no se siente como un bello homenaje a su propio mundo, si no como un mecanismo perverso de venta. Todo ello, además, absorbiendo la despersonalización y deshumanización tecnológica que acaba dejando a la cinta en una carcasa sin corazón.
Sin embargo, podemos rescatar también algunos rasgos más positivos, como la gracia intrínseca de los Looney Tunes y la incorporación del concepto videojuego a la narrativa. Lo primero es ya sabido, pero siempre sienta de maravilla recordarlo. Si 90 años después de su creación estos personajes animados siguen con la misma gracia y frescura que al principio, es gracias al maravilloso concepto creativo que tienen detrás. Sin duda, son lo mejor de la película y el momento animado de LeBron junto a Bugs Bunny uno de los más brillantes, tanto en los gags como en la realización, acercándose a ese concepto de 2D y slapstick original.
Por otro lado, la incorporación de los videojuegos en el concepto de deporte, así como de la propia trama, le viene muy bien a una cinta centrada tan radicalmente en la tecnología digital. Es un punto de renovación atractivo que también marca una distancia diferencial con la original. Aun así, por desgracia, lo demás es ciertamente flojo. Ni LeBron James tiene un gran carisma, ni la trama es suficiente para aguantar bien sus dos horas de metraje. Toda la parte que transcurre en el universo real es tosca, casi como una telerrealidad hortera sobre el protagonista, mientras que de todo lo transcurrido en el mundo digital solo es destacable el momento animado. Lo demás sigue una línea realmente confusa donde los personajes y cameos acaban pareciendo simples muñecos en la estantería de alguna tiendecilla del estudio.
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- ##check## Lo bueno
- Los Looney Tunes y el concepto videojuego.
- ##times## Lo malo
- Que sea un producto sin alma y tan descaradamente destinado a la autopromoción corporativa del estudio.
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- Ambientación 6.0
- Digitalmente la película crea un universo propio con algunos detalles interesantes, pero a veces es demasiado confuso.
- Desarrollo de Personajes 4.5
- Bastante débil. Consigue con algunos rasgos muy comunes organizar un desarrollo coherente entre padre e hijo, pero todo suena demasiado visto y, por lo tanto, no emociona.
- Argumento / Guión 3.5
- Flojo. La película es descaradamente un anuncio en el que la historia y el guion es lo de menos.
- Banda Sonora 5.5
- Acorde a la cinta, pero nada destacable.
- Entretenimiento 4.5
- Pues aunque busque el entretenimiento, no lo logra con creces. La película se hace larga y más cuando llega el partido, que dura la mitad de la película y apenas tiene emoción.
- Montaje / Innovación técnica 7.5
- Digital y técnicamente la película logra muy bien su objetivo. Pasa por distintos tipos de animación siempre con gran soltura y deslumbre visual.
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- Puntuación Total 5 / 10
Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure