Spain is bloody different ii.

En mi opinión el resultado de las elecciones del 26-J es cada vez más incomprensible, con el agravante que algunas de las explicaciones que lo justificarían ponen los pelos de punta.

Respecto al rumor de pucherazo opino que es perfectamente factible teniendo en cuenta el largo historial de trampas y engaños tanto del desastre Fernández Díaz como de Rajoy y su gobierno, pero como que es extremadamente difícil de demostrar y lo único que se conseguiría al denunciarlo es hacer un ruido inútil prefiero no insistir en el asunto.

Uno de los muchos rumores que corren justifica el aumento de votantes del PP a pesar de tanta chorizada, aumento que se ha dado incluso en Catalunya, en base a las grabaciones de las conversaciones entre el desastre Fernández Díaz y Daniel de Alfonso, director de la oficina antifraude catalana. El rumor llega a suponer que las grabaciones llegaron al diario Público remitidas por el propio desastre Fernández Díaz porque sus votantes no verían en ellas unos hechos graves, inmorales y denigrantes sino, como finalmente ha sido, un ataque al independentismo por cualquier medio posible, como debe ser, en la manera en que gusta a los millones de franquistas resucitados en España.

Para alguien como yo que cree en la democracia y considera que la primera obligación de un gobernante democrático es luchar contundentemente y con todos los medios posibles contra cualquier forma de corrupción, el contenido de las famosas grabaciones es un ejemplo del peor tipo de mierda que puede darse en un país que pretendidamente es un Estado de Derecho y democrático, atrocidad que además fue enormemente agravada por la reacción y actitud del grupo de delincuentes que nos gobiernan, pero que ahora ya llega al extremo de estallar la bomba, cuando encima unos votantes tan delincuentes como los protagonistas de las grabaciones no solo no castigan a un gobierno franquista por hacerse sus necesidades fisiológicas sobre la democracia y la decencia, sino que precisamente por esta razón los votan con entusiasmo.

Ya mencioné en mi anterior nota sobre el mismo tema que los resultados del 26-J son en mi caso la gota que colma el vaso, y a partir de esas elecciones quiero perder de vista a España y su franquismo cuanto antes, y la forma de que dispongo para conseguirlo sin cambiar de dirección postal es apoyar la independencia de Cataluña.

La forma en que el franquismo ha luchado contra el independentismo en Catalunya, a base de mentiras, insultos y el “todo vale para acabar con esta mierda”, ha sido una gran demostración de indecencia, estupidez e inmensa cobardía.

Indecencia porque no han podido utilizar métodos más rastreros y asquerosos porque no hay más que los que ya han utilizado. Estupidez porque solo se han preocupado de alimentar y engordar la catalanofobia, el odio a Catalunya y los catalanes en general, independentistas o no, y cada vez que hacían una de sus muchísimas estupideces aumentaban en miles los catalanofobos, y también en miles los independentistas. La estrategia franquista nos ha alejado cada día más de una posible solución. Es el método con el que el franquismo siempre ha agrandado los problemas y solo ha sabido crear conflictos, estados de excepción y guerras. La última gran estupidez, las conversaciones grabadas del desastre Fernández Díaz y su impacto positivo para el PP en las elecciones del 26-J, ha tenido en Catalunya un efecto demoledor que ha provocado un incremento brutal del independentismo. Desde el lunes cada día escucho varias veces el comentario “yo no era independentista, o no lo veía claro, pero desde el domingo estoy totalmente a favor de la independencia, ¡¡Se acabó!!”, y si queréis un buen ejemplo de personas que incluso eran contrarias a la independencia y el domingo cambiaron diametralmente de opinión solo tenéis que leer el artículo de Antoni Puigverd que comento más adelante y adjunto a continuación de la nota.

Y por último son cobardes, sumamente cobardes, cobardes al nivel de ensuciarse los calzoncillos al mínimo riesgo. El independentismo catalán es pacífico y basado en procedimientos democráticos, y a pesar de ello ha recibido todo tipo de ataques virulentos, insultos, falsedades, mentiras, difamaciones, conspiraciones, acoso de Altos Tribunales, etc.etc. etc., mientras con el independentismo vasco ni intentaron casi nada de los métodos mafiosos que han intentado con Catalunya. La razón es solo una: ETA mataba, y usar de manera abominable los recursos del Estado o de la caverna mediática como han hecho con Catalunya para atacar el independentismo vasco hubiese resultado altamente peligroso, en cambio con unos desgraciados pacíficos, pactistas y dialogantes ¡¡Santiago y cierra España!!. No hay forma de convivir con ellos si no es poniendo bombas u obedeciendo como borregos y por eso nos vamos.

El artículo que adjunto es de Antoni Puigverd, comentarista de frecuencia casi diaria en La Vanguardia, del que personalmente opino que es desconcertante porque junto a artículos fantásticos, de vez en cuanto es capaz de escribir bodrios infumables. Hace unos días, justo después que la CUP se cargase los presupuestos de la Generalitat publicó un artículo sumamente elogioso sobre ellos porque según él eran congruentes y disciplinados. Después del artículo la CUP ha entrado en crisis por no ser ni una cosa ni la otra, y ya antes de la publicación del artículo los dos parlamentarios que le habían dado más prestigio Antonio Baños y David Fernández, uno se había dado de baja y el otro tiene un pie y medio fuera. Pero en la mayoría de sus artículos Puigverd da en el clavo, y en el que adjunto acierta, ¡¡Y de qué manera!!.

LVGPUIGVERD NECIOS