"El modelo educativo [...] es lo que yo llamo modelo del pavo del Día de Acción de Gracias: ponemos a los chavales en el horno de la educación formal durante once años, hasta que estén bien hechos, y entonces se sirven a los empleadores. Una minoría recibirá una cocción adicional, durante cuatro años, en un college" Yo siento que he sido gratinado demasiado tiempo en el horno equivocado"Daniel Pink
Afortunadamente el periodismo es valiente y se encarga del trabajo que debería hacer la justicia. En este país la palabra justicia ha perdido todo su significado, produce vergüenza. Vivimos en la sociedad del engaño, de la mentira, del ridículo...Una sociedad dónde la inocencia se consigue con dinero, donde los delincuentes caminan por la calle y disfrutan de los mejores abogados ¿Cómo van a condenar a los políticos si son ellos quienes eligen a los jueces? Todo queda entre amigotes, qué bonito. Hoy por ti, mañana por mí. Ya lo decía aquella serie de televisión protagonizada por Antonio Resines: Los ladrones van a la oficina. Abrimos el periódico con la idea de "A ver quién narices nos ha robado hoy" Es el pan de cada día y, lamentablemente, me temo que nos estamos acostumbrando. Hoy ha sido la ministra de sanidad Ana Mato, mañana vete a saber. Estoy harto de escuchar cuánto se llevaron o cómo lo hicieron. Harto de ver al bueno de Hurtangarín jurando inocencia y paseándose en traje. Lo que quiero ver es cómo se pudren todos en la puñetera cárcel. Como dijo Pedro J. Ramírez (Director del diario El Mundo), "Si camina como un pato, parece un pato y suena como un pato, será que es un pato". Está claro que son unos chorizos, ya vale de utilizar la palabra "presunto". En otros países por menos se les cortaría la mano.
Probablemente en su pueblo se les recordará como cachorros de buenas personas, que hurtaban flores para regalar a su mamá y daban de comer a las palomas.
Probablemente que todo eso debe ser verdad, aunque es más turbio cómo y de qué manera llegaron esos individuos a ser lo que son o a quién sirven cuando alzan las banderas.Hombres de paja que usan la colonia y el honor para ocultar oscuras intenciones: tienen doble vida, son sicarios del mal. Entre esos tipos y yo hay algo personal.
Rodeados de protocolo, comitiva y seguridad, viajan de incógnito en autos blindados a sembrar calumnias, a mentir con naturalidad, a colgar en las escuelas su retrato.
Se gastan más de lo que tienen en coleccionar espías, listas negras y arsenales; resulta bochornoso verles fanfarronear a ver quién es el que la tiene más grande.
Se arman hasta los dientes en el nombre de la paz, juegan con cosas que no tienen repuesto y la culpa es del otro si algo les sale mal. Entre esos tipos y yo hay algo personal.
Joan Manuel Serrat. Algo personal.
Termino proponiéndoos un pasatiempo ¿Quién es capaz de encontrar las diferencias entre este par de ventanas al mundo? Está claro que los sentimientos hacia la propia patria son bien distintos.