Revista Economía
Un nuevo correo en tu bandeja de entrada ha llegado. Es de una famosa tienda de ropa que ahora te ofrece sus productos a través de internet. ¿Y cómo es que han llegado hasta ti estas promociones? Te preguntaras… ¡muy fácil! Estás en su lista de suscriptores. Quizás no te has dado ni cuenta del momento en el que diste tu dirección de correo (y tu consentimiento) a la empresa o a otras asociadas para recibir este tipo de información, seguramente fue al hacerte el carnet de soci@, quizás en algún sorteo que hayan hecho… quién sabe, lo que si sabes seguro es que ahora tienen la manera de contactarte electrónicamente.
Tú has aceptado directa o indirectamente recibir estos mensajes, pero ¿qué pasa si esto no ha sido con tu consentimiento?
Este es uno de los principales problemas del email marketing: el correo no deseado, o, dicho de otra manera, el famoso spam. Seguramente también habrás recibido, alguna vez, un correo que se haya ido a tu bandeja de spam directamente. Esto sucede porque los algoritmos de los principales proveedores de correo electrónico tienen maneras de saber si ese correo es para ti o se ha enviado masivamente a cualquier persona, basándose en unos patrones comunes que están presentes en emails categorizados anteriormente como spam. Aunque no son 100% infalibles y a veces se cuelan tanto en la bandeja de entrada correos spam, como correos legítimos en nuestra bandeja de no deseados, cada vez estos filtros son más efectivos.
Cuando hacemos email marketing al final estamos enviando el mismo mensaje a varias personas a la vez, con lo cual estos algoritmos pueden pensar que estás haciendo un uso no permitido del servicio de email, aunque tus destinatarios te hayan dado su consentimiento. Hay que respetar una serie de reglas para que “nos autoricen” a hacer este tipo de envíos masivos. Los puntos más importantes que podemos tener en cuenta son:
- Que el email se envíe desde una dirección de correo electrónico de confianza, es decir, nada de servicios de mensajería gratuita o con dominios que hayan sido considerados spam en algún momento, sino desde dominios con cierta reputación.
- Personalizar al máximo cada correo que se envíe, añadiendo, por ejemplo, el nombre del destinatario y algunos detalles más que hagan ese correo único. De esta manera ya no será un simple copy&paste sino que será un mensaje nuevo cada vez.
Igualmente no hay que olvidar que, aunque el mensaje llegue a la bandeja de entrada de nuestro destinatario, este puede ignorarlo si no le resulta atractivo, y todo el esfuerzo que habremos puesto no habrá servido de nada. Así que es tan importante que el mensaje llegue como su contenido. Un buen diseño y un contenido personalizado para el usuario pueden ser el factor clave que le hagan decidir si realizar una compra o no en nuestra tienda.
Y es así, siguiendo estas pautas podemos conseguir una estrategia de marketing por email efectiva y ver un retorno de nuestra inversión.