Spectre

Hace tiempo que el concepto de espionaje fue relevado por el de acciónen las películas de 007, y lo que siempre estuvo presente como un elemento importante, se ha vuelto el único protagonista, y ese es el mismo Bond.
Su atracción. El atractivo del poder, de estar dentro y fuera de la ley, por encima de casi todo, haciendo lo extraordinario sin llegar a estar alejado de la realidad (como un superhéroe), y mostrando casi total indiferencia por todo lo anterior, es lo que hace que veamos las películas de 007.
Daniel Craig vuelve a conseguir esa atracción en esta entrega, envuelto entre escenas de acción muy potentes, y rodeado de un elenco igual de potente. Aquí la sinopsis:
Bond empieza investigando (es decir, copulando y matando personas) en México D.F. De ahí va a Roma, donde descubre una organización criminal llamada Spectre. Mientras, en Londres, sus superiores intentan eliminar al MI6 por estar desfasado, con la resistencia natural de M. Bond consigue que todos sus íntimos (Q, Moneypenny, y M) se salten las normas para ayudarle a encontrar a la hija de un antiguo enemigo, que tal vez tenga alguna pista sobre dicha organización.
Y alguna que otra moderada sorpresa más, que por decoro, dejaremos en el aire.
Spectre es (en principio) la culminación de la saga 007 con Daniel Craig, como trama y como cabeza de cartel. Y al igual que en las pretéritas Casino Royale, Quantum of Solace y Skyfall, la ruptura con los anteriores Bond es palpable, aunque con ciertos lazos de unión que siempre serán el sello del espía, como las absurdas relaciones con el sexo femenino, la personalidad imposible de James o un Aston Martin.

Particularmente agradable es el tributo al mítico asesino “Tiburón” (La espía que me amóy Moonraker), en forma de un asesino de la organización Spectreinterpretado por Dave Bautista (Guardianes de la Galaxia). Aunque papel de pocos matices, puede resultar más pertinente que el alarde de una cara conocida, como es el personaje que interpreta Monica Bellucci; tan efímero como necesario.
En cuanto a los demás, son efectistas: M, Q, la verdadera chica Bond (Léa Seydoux) y por supuesto la némesis, caracterizado por Christoph Waltz, que aunque con la sensación de poder haberse exprimido algo más, resulta correcto.
Por tanto el resultado es una buena película del espía inglés, un buen entretenimiento si gustas del cine de acción, y un aburrimiento tremendo si te declaras fan de los dramas intimistas.  
Si bien puede pecar de algo, es de extensa. Las casi dos horas y media que dura pueden dar la sensación de que hay un par de escenas que vistas en perspectiva, no eran absolutamente necesarias. Pero a pesar de la duración de la cinta, el ritmo es constante y nos mantiene esperando a la siguiente escena una y otra vez.
En una frase: Spectre es el perfecto final para el Bond de Daniel Craig, y no hay más que hablar.