Spider-Verse iba a cambiar el mundo de Spider-Man 2099, eso no era una sorpresa, y afortunadamente lo hizo resulto bien. Tras ocho números demasiado irregulares (buenos y malos) parece que estamos frente a un gran arco argumental, el arco que queríamos ver en la serie escrita por Peter David. Los elementos planteados por el escritor auguran una gran historia que, en teoría, elevaría el nivel de la serie. Por ahora me gusta lo que veo.
SPOILERS
Soy de la creencia que toda buena historia en los comics (y nos hemos dado cuenta que en las películas también) hay un villano de excelencia, no hablo de aquellos que traza Dan Slott, ejem… que diga, aquellos que no dan el ancho, me refiero a un villano que sea toda maldad y a la vez poderoso.
Peter David trae de regreso a Maestro, un personaje que luce como la pesadilla más grande de Miguel, junto a él viene un mundo destruido, de primera instancia se menciona Alchemax pero vayan a saber que ocurrió ahí. El argumento es sólido, plantea una catástrofe y conforme avanza el comic sabemos poco más o lo mismo que sabíamos en un principio. Maestro es el Factor X, un villano de gran poder, gran mente y sobre todo: malo, le gusta hacer el mal.
William Sliney dibuja unas secuencias violentas haciendo ver a Maestro como el verdadero protagonista de la historia, que lo es; todo gran arco gira en torno al villano, es la regla de excelencia. El dibujante que entrega regularmente cosas buenas y cosas malas, en esta ocasión dibuja un mundo 2099 desolado y bajo los colores de Antonio Fabela saca el máximo provecho. La actitud de tensión y violencia se percibe haciendo que, el comic sobresalga de entre otros de la misma serie. Sliney se ve más cómodo con guiones más elaborados que no dependan de su mano en la narrativa.
De entre toda las series/personajes que vieron en acción de forma directa en Spider-Verse, Spider-Man 2099 luce como la ganadora en este “después de…”. Huele como el punto de partida para una gran historia.
Spider-Man 2099 9 rescata al personaje de un gran bache argumental reviviendo personajes clásicos de Peter David, el escritor demuestra facilidad a la hora de poner en aprietos a Miguel. Maestro se roba el comic dejando una sensación de alivio; aun quedan buenos villanos por desempolvar.