"The Sugarland Express es la película que, lo digo con sinceridad, si tuviese que volver a hacer, haría de una forma totalmente diferente."
En una reciente entrevista, Steven Spielberg se refería de esta forma a la que fue su opera prima cinematográfica. Aunque se trata de una película poco considerada dentro de su filmografía, el director luchó bastante para convertir el guión de Hal Barwood y Matthew Robbins en su primer trabajo oficial para la pantalla grande.
El primer productor con el que contactó fue Jennings Lang, a la sazón uno de los nombres de referencia en la industria cinematográfica de los 70. Pero éste tenía un calendario de proyectos muy apretado y no pudo vincularse aunque le encantó el guión y le recomendó a Spielberg que contratara a una estrella para uno de los tres papeles principales: el matrimonio decidido a rescatar a su hijo del sistema público de adopción en Texas o el policía encargado de perseguirles.
Con la opción de Lang descartada, Spielberg recurrió a un dúo de productores vinculados a Universal Pictures: Richard D. Zanuck y David Brown. A ambos también les entusiasmó el guión, basado en hechos reales. Los personajes de Lou Jean y Clovis Poplin eran el espejo del matrimonio formado por Ila Fae Holiday y Robert Dent. Barwood y Robbins habían añadido numerosos elementos a la trama real y querían convertir la película en una road movie antiheroica.
Spielberg, por su parte, seguía buscando a la estrella para encabezar el reparto y contactó con Jon Voight. Se reunieron en el restaurante The Source, en Sunset Boulevard. El director le explicó a fondo sus intenciones pero...
"Voight fue todo un caballero, pero al final de la comida me dijo que no estaba interesado porque yo no tenía suficiente experiencia. Nunca lo dijo, pero me imagino que le ponía nervioso el hecho de que fuese mi primera película para el cine."La negativa recibida condujo a Spielberg hacia los planes de los productores que consideraban a Lou Jean Poplin como el personaje más interesante de la película. Así fue como concertaron una entrevista entre el director y Goldie Hawn. Goldie era una actriz importante en ese momento y aunque sus papeles recientes no habían sido nada del otro mundo, acreditaba un Oscar logrado en su debut con Cactus Flower (1969). A la edad de 29 años resultaba perfecta para el papel de la alocada Lou Jean. Spielberg fue a verla a su casa, charlaron sobre el guión y a la salida ya tenía a la protagonista confirmada.
The Sugarland Express es la historia de un matrimonio con problemas permanentes con la justicia que les han llevado a pasar varias estancias en prisión. Pero tienen un hijo que va a ser entregado en adopción por parte de las autoridades. En una visita a la penitenciaría Beauford H. Jester, Lou Jean persuade a Clovis para fugarse aunque solo le quedaban cuatro meses para cumplir la condena. Tras retener a un taciturno agente de policía como rehén, la pareja se embarcará en una huida sin control por las carreteras de Texas mientras su audaz irresponsabilidad se gana el apoyo de la gente. Convertidos en unos bufones a nivel popular, luchan por recuperar lo que más les importa mientras la policía les pisa los talones.
Spielberg acabó contando con William Atherton para el papel de Clovis y con el gran Ben Johnson (habitual secundario en grandes películas de John Ford y Sam Peckinpah) para dar vida al comprensivo y tolerante Capitán Harlin Tanner, encargado de la persecución.
La cinta transita entre la desenfrenada road movie y una serie de momentos intercalados en que vemos como el hijo de ambos se encuentra en un ambiente familiar mucho más propicio que el que sus padres biológicos podrían darle en caso de lograr su utópico objetivo. Se plantea la encrucijada entre el idealismo irracional y la sobriedad realista. Los Poplin se acaban convirtiendo en un espectáculo de feria, jaleado por una población que solo quiere divertirse a costa de ellos al encender la televisión. El motivo que les puso en marcha al principio se acaba diluyendo en una simple escapada por la supervivencia. Una interesante reflexión que utilizó un formato poco visto hasta entonces.
"Para mí, los héroes son los policías, y creo que los malos son los simpatizantes que simpatizaban con esta gente un poco demasiado. Es, más que cualquier otra cosa, una terrible crítica a los medios de comunicación. Presentamos un circo sobre ruedas. Y me gusta la idea de que en la actualidad cualquiera de nosotros pueda hacer una gran noticia de una acción neurótica, nimia y simple, que es más o menos de lo que trata esta película."
Para Spielberg, The Sugarland Express conectaba con uno de sus films preferidos: El Gran Carnaval (Ace in the Hole), dirigida por Billy Wilder en 1951. Allí se manifestaba el ambiente carnavalesco que se genera alrededor de la historia de un hombre atrapado en una mina subterránea. Capitalizar este hecho, adaptándolo a la trama de Loca Evasión, fue uno de sus objetivos y en eso se vio apoyado por la interpretación de Goldie Hawn. La actriz consigue que, más allá de la locura inherente a la disparatada huida, pensemos que para ella se trata de un asunto de la máxima gravedad.
"Pensé que era una fantástica actriz y que sería bueno para mí hacer mi primera película con ella. Cooperó muchísimo y tuvo miles de buenas ideas que aportamos al guión."Desde el punto de vista técnico, Spielberg destacó enormemente. Tratándose de su primera película disponiendo de un presupuesto amplio, demostró una capacidad increíble al orquestar secuencias de persecución con centenares de coches. A los críticos les impresionó este hecho y alguno escribió que la forma de rodarlas estaba por encima de otros cineastas ya consagrados. Además, la cinta fue premiada en el Festival de Cannes como mejor guión. Sin embargo, la acogida comercial no fue nada del otro mundo.
"The Sugarland Express tuvo buenas críticas, pero yo hubiese cambiado todo eso por más público. La película cubrió gastos pero no tuvo beneficios."
Pero el film sí que consiguió algo importante: le puso en la agenda de los grandes productores. Ahora tenía una película de gran formato que servía como carta de presentación. Sin embargo, Spielberg sigue considerando que lo más importante de Loca Evasión fue el inicio de una colaboración histórica...
Años atrás, se había topado con una grabación de la banda sonora original de The Reivers, una cinta de Mark Rydell protagonizada por Steve McQueen en 1969. Spielberg quedó embelesado por la música de John Williams y desgastó ese LP porque no podía parar de escucharlo. En una ocasión dijo: "Cuando ruede mi primer largometraje, sea quien sea este tipo, quiero que componga la banda sonora."
Y así fue como esa composición, caracterizada por unas constantes notas de harmónica, se convirtió en el inicio de una estrecha colaboración que se ha mantenido a lo largo de cuatro décadas. Y no olvidemos algo tremendamente importante. Cuando George Lucas buscaba compositor para Star Wars, Spielberg le recomendó a Williams. El de Modesto es conocido por pronunciar las siguientes palabras: "Tras ver como trabaja y escuchar los resultados, ya no tuve dudas. No había nadie mejor que él."
Zanuck y Brown querían volver a trabajar con Spielberg y le pasaron una novela cuyos derechos acababan de adquirir. Trataba sobre la presencia amenazante de un escualo en la localidad turística de Amity...
Precedido por:
El Diablo sobre Ruedas (Duel, 1971)