Para no mantener un suspense superfluo y confirmar que Cine Invisible no se deja llevar por prejuicios, pecado mortal de la crítica cinematográfica (por lo leído este fin de semana, el detestar una película conlleva casi insultar a su realizador, o lo que lo que es lo mismo, como no me gusta el bacalao pongo a caldo al pescador), Spring Breakers me parece una película muy interesante y Selena Gomez defiende con energía, firmeza y elegancia su papel en ella.La verdad es que nunca hubiese imaginado que iba a acabar defendiendo a los actores del Club Disney. Aunque tampoco estaría mal recordar que uno de los mejores actores y con mayor presencia en las pantallas mundiales viene de esa escuela: Ryan Gosling, y a mucha honra, que en algún sitio tenía que empezar a hacer sus pinitos.Spring Breakers (en resumen, los estudiantes americanos que durante la primavera aprovechan la semana de vacaciones para escaparse a las playas del sur y practicar el botellón en cantidades etílicas, sexuales y drogadictas masivas) pretende establecer una radiografía de una cierta población en rebeldía, reflejo de una sociedad que idolatra la juventud y el placer como filosofía de vida.Aunque puede resultar inconcebible para algunos, el filme recoge la tradición de este tipo de películas desde los adolescentes inquietos de Rebelde sin causa (1955) de Nicholas Ray, los moteros de Easy Rider (1969) de Dennis Hopper en el carnaval de Nueva Orleans, los sueños calenturientos de Porky’s (1982) y sus actividades de diversión nocturnas en el ficticio instituto Angel Beach de Florida durante 1954 (en la década de los 80 los adultos eran lo que se comportaban como adolescentes) y Kids (1995), escrita por Harmony Korine, y dirigida por Larry Clark.En este retrato actual de Harmony Korine las imágenes se ensamblan a la velocidad de un vídeo clip de la MTV, los mensajes no sobrepasan los 140 caracteres y la filosofía de yna vida basada en un hedonismo a ultranza de publicidad y marketing se ha instalado en las mentes de esa franja de la población (¿sólo ésa?).La única posibilidad para sobrevivir a esta ola de placer momentáneo e instantes sin futuro es alejarse lo más rápidamente posible antes de que sea demasiado tarde (coger un autobús, el summum del fracaso en EE.UU.). ¿Cuántas de las cuatro protagonistas lograrán salir con vida? La solución es más que sorprendente y el final absolutamente valiente y, por si fuera poco, sin moralina.No puedo negar que a los que no disfrutamos de la edad de las protagonistas su comportamiento, por momentos, nos saca de quicio. Asunto lógico y generacional, dado que nosotros supongo que lográbamos el mismo efecto con los mayores de nuestra época.Sin embargo, el director, en esta enciclopedia del pop del nuevo siglo, ha logrado un universo consecuente con sus ideas, una banda sonora de antología firmada por Cliff Martínez (Drive) y Skrillex, momentos mágicos y varias escenas impactantes gracias al sublime James Franco (que el día menos pensado saldrá del armario para confesarnos que es, lo que todos pensábamos: un extraterrestre) y, repito, sin lugar a la menor duda, un cuarteto impecable de actrices: Selena Gomez, Vanessa Hudgens, Ashley Benson y Heather Elizabeth Morris.