● Título: Sputnik, mi amor
● Título original: スプートニクの恋人
● Autor: Haruki Murakami
● Serie: Libro independiente
● Publicación: Septiembre 2002
● Editorial: Tusquets
● Páginas: 250
● Precio: 7’95 €
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Hace mucho tiempo que vengo oyendo los infinitos halagos que se le dedican a Haruki Murakami; se alaba la profundidad de sus historias, la belleza de su narración, el encanto que desprenden sus libros y ese algo que le convierte en un autor único. Tras una larga espera provocada por el temor a la decepción, al fin decidí armarme de valor y saciar mi curiosidad probando alguna de sus obras que se escondían en los estantes de la biblioteca. ‘Sputnik, mi amor’ ha sido mi primera incursión en las letras de este autor japonés, y os aseguro que no será la última: menudo libro.
A grandes rasgos, os contaré que Murakami nos regala una historia de amor algo compleja y muy distinta a lo que solemos encontrar (al menos para mí) en la que nos vamos adentrando sin prisas hasta llegar a sentir lo mismo que la protagonista. La novela nos habla de Sumire, una joven japonesa que sueña con ser escritora y, por una de esas casualidades de la vida, conoce a Myû, una empresaria de mediana edad de la que se enamora.
Un argumento que, a primera vista, parece de lo más corriente, pero que hacia la mitad da tal giro que mezcla la realidad con lo onírico y se aleja de la normalidad. Además de una historia de amor y desamor, el libro es, en esencia, una reflexión sobre la soledad, ese vacío existencial, la amistad y la felicidad (su búsqueda, más bien) que nos muestra una percepción onírica de la realidad que me ha encandilado.Como narrador encontramos a ese tercer satélite, un joven profesor de primaria enamorado de su amiga Sumire (protagonista indiscutible) que actúa como testigo en la historia. Una historia que acaba con un final bastante abierto que da lugar a hipótesis varias (que cada uno saque sus propias conclusiones) y que me dejó con un extraño cosquilleo en el cuerpo.
Pero más que del final, es del principio de lo que quiero hablaros. Nunca he juzgado un libro por sus primeras páginas, pues la calidad del inicio no tiene por qué ser como el resto del libro; pero ésta ha sido una de esas pocas excepciones que rompen la regla: Murakami me atrapó con el primer párrafo, y tras releerlo unas cuantas veces supe que adoraría el libro ♥
Me cuesta reseñar a Murakami, para qué voy a mentiros. He apreciado esa profundidad, belleza y encanto en su novela, pero no encuentro las palabras adecuadas para definirla. Su prosa tiene ese algo especial que cautiva, que hace que leerlo sea una delicia y produzca un efecto casi hipnótico con sus palabras. No hace uso de un lenguaje demasiado ostentoso ni florido, no abusa de las figuras literarias e incluso su estilo se podría definir como humilde (sencillo, minimalista y más), pero aún así el autor logra una novela bastante particular que rebosa armonía ✿
Sus personajes, de los que nos habla como satélites que orbitan en soledad muy a su pesar, logran dejarnos huella y hacer que nos veamos a nosotros mismos en ellos pese a sus muchas excentricidades. Sumire no es una protagonista diez y no gustará a todos (menuda ella, como diría Nothomb), pero la chica tiene personalidad: soñadora, cínica, poco femenina, algo torpe, poco sociable, fumadora empedernida, etc. Y podría seguir, pero prefiero que os animéis a conocerla vosotros mismos (✿◡‿◡)