Sri lanka, día 12: de relax en tangalla

Fátima, Ángela e Iñaki se levantan a las 7 de la mañana para dar una vuelta por la playa. Yo prefiero quedarme descansando en la camita. Vuelven a las 9 para desayunar juntos. Es un lujo estar desayunando en la playa. Nos ponen un desayuno contundente, tostadas con mermelada y mantequilla, huevos, café y té y unos zumos naturales de frutas.

Nos lo tomamos con mucha calma, hace mucho calor y aquí se está de maravilla. En este lugar no se puede hacer gran cosa, pasear, playa y relax, pero suficiente para disfrutar de uno de los lugares más bonitos y tranquilos del sur de la isla. A las 10:00 horas nos vamos a dar una vuelta por la ciudad. Está un poco nublado y cuando sale el sol es insoportable estar por la calle. Nada más salir a la calle principal vemos la estación de autobuses que está a 4 minutos andando del alojamiento.

Lo primero ir al banco a cambiar dinero. Da gusto entrar, un aire acondicionado potente nos recibe. El cambio muy bueno, 152 LKR/€. Casi como el primer día en Negombo.

Me llama la atención ver algunas vacas en una glorieta. Están como si fueran parte del mobiliario.

Nos vamos en dirección al puerto para ver a los pescadores. Al llegar vemos que aún están descargando 2 barcos.

Sacan de las bodegas atunes pequeños y otros pescados.

Nos cuenta un señor que ha llegado hoy un barco a las 4 de la mañana que llevaba algo más de un mes en alta mar y había traído un atún rojo de 100 kg. un tiburón de más de 200 kg. Y una barracuda. Nos cuenta también que ellos no pescan ni delfines ni ballenas, esos son los japoneses. Nos enseña las manos para que veamos lo duro que es.

Estamos un rato disfrutamos del ambiente que se respira.

No vemos ninguna gaviota pero si muchos cuervos dándose un festín con los despojos.

Seguimos caminando junto al mar y vemos un cuartel militar. Vemos una placa de piedra en conmemoración con el tsunami del 26 de diciembre del 2.004, que en esta parte hizo bastante daño.

Justo enfrente está la playa Goyambokka que tiene algo de césped y vemos a gente local bañándose en ella. Nos llama la atención unos monjes budistas. Un sitio muy agradable.

Llegamos hasta otra parte de la ciudad con más edificaciones, un chico nos señala la cárcel de Tangalla. Al lado hay una pequeña laguna donde vemos un Martín pescador y una iglesia cristiana. No podemos entrar porque está cerrada.

Entramos a una tienda de ultramarinos a cotillear un poco y a que Fátima compre tabaco. Al respecto del tabaco en este país solo existe una marca, Dunhill, y es bastante caro 700 LKR. Así que si eres fumador vente con tabaco suficiente. Tabaco de liar solo he visto en un sitio en Ella y tenía pinta de llevar siglos allí. Los cingaleses fuman muy poco.

Seguimos caminando hasta otra playa, vemos una especie de faro. Al llegar vemos que es un puesto militar y no nos dejan acercarnos.

Bajamos a una cala de la playa Pallikaduwa. Esta el mar muy bravo. La poca gente que hemos visto bañarse se meten poco más de la rodilla, pues está muy peligroso. Vemos alguna bandera roja y evidentemente ningún socorrista.

Media vuelta y regresamos a la zona del banco donde hemos cambiado dinero. Hemos entrado en alguna tienda de artesanía y algunos han comprado alguna cosilla. Veo a un hombre con la máquina de coser en la calle haciendo remiendos, ensimismado en su trabajo que casi ni se inmuta cuando le hago fotos.

Va siendo hora de comer. Nos acercamos por el entorno del alojamiento y miramos en algunos sitios el menú que tienen. Todos son muy similares, lo único que varía es el precio de unos a otros. Miramos en el Frangipani Beach Villas que viene recomendado en la Lonely y no sabemos cual es el motivo de recomendación ya que hay sitios mucho mejores.

De repente al pasar por uno de los garitos veo que hay una boda y ahí que me asomo. Una chica se me acerca, la pregunto si es una boda y me dice que sí y me invita a pasar. Viene un chico que me dice que es el hermano del novio y me lleva donde él. Vamos los tres a por la que falta, la novia, y ya los 4 me llevan hasta el escenario bollywoodiense que preparan a los novios. Les hago algunas fotos y una con ellos. Muy simpáticos. Luego el hermano del novio me lleva a una mesa donde están los amigos y me invitan a cerveza y unos snacks, garbanzos muy picantes, que están buenos pero me hacen beber para contrarrestar el picor, jejeje. Yo a todo esto diciéndole que mis amigos se han marchado y que tengo que ir a buscarles y el insiste que me quede. Al final me levanto, les doy las gracias y me voy. Como me gustan estas cosas.

Continúo por la calle hasta que veo que están sentados en el Coppenrath, en una mesa junto a la playa. Un sitio muy chulo, aunque esto garitos tienen mejor ambiente por la noche, con velitas y un ambiente muy romántico.

Pedimos para comer unos cocteles de gambas con salsa rosa. Fátima se pide algo similar pero la presentación de su plato nos deja sin palabras. Es una fuente con forma de los barcos catamaranes que utilizan los locales. Estaba todo buenísimo.

Por los 4 platos, unas cervezas y tés pagamos 3.300 LKR. Un sitio recomendable.

Nos vamos al alojamiento a descansar y estar de relax un buen rato. De camino preguntamos en algunos restaurantes qué menú tienen para ver donde cenar. En uno tienen barracuda, Iñaki y yo tenemos ganas de probarlo pero los precios en general un poco caros y además no está junto al mar. Entramos en uno que se llama Coco Palm. Los precios de la carta un poco caros pero el sitio tiene muy buena pinta y le preguntamos al chico cuánto cuesta una habitación doble y nos dice que 1.500 LKR. Así que es un sitio a tener en cuenta para alojarse, barato y muy bien.

Otro lugar para comer por precio y variedad es en Siesta Guest House. Están todos en 50 metros.

Ya en el Reggae aprovecho para escribir el blog en uno de los escenarios mejores que he tenido para escribir.

A las 20:00 horas nos vamos a buscar un sitio para cenar. Iñaki había leído una recomendación de un restaurante que se llama Sandy Cabanas, que está en la playa de Marakolliya, y nos vamos hasta él. Aunque la playa realamente es la misma dependiendo del lugar recibe un nombre. Con los móviles para alumbrar, pues está todo muy oscuro, andamos y andamos y andamos junto a la playa un buen rato. Al final llegamos, el sitio tiene muy buena pinta pero con precios europeos. Así que después de ir hasta allí nos damos media vuelta. Al final cenamos en el Harmony Beach Hotel. Tienen tiburón así que Iñaki y yo nos lo pedimos y las chicas se piden atún. El lugar donde cenamos parece un plató de cine. Hay unas minicabañitas que tienen debajo una hamaca de cuerdas, nuestra mesa en la playa y unos farolillos dando luz, genial.

El atún 750 LKR estaba bueno pero un poco seco y el tiburón 700 LKR exquisito. Nos ha sorprendido el sabor, muy muy bueno. Todo hecho a la plancha con patatas fritas. TIPS: Sitio muy recomendable para comer, barato y si no habéis probado el tiburón, pedirlo, os va a sorprender. Para dormir es un sitio caro. 50$ la habitación doble, aunque tiene otras un poco más baratas.

Nos tiramos tiempo largo de sobremesa con unos tés de ginger recordando nuestras vivencias de hace 21 años cuando vivíamos en Londres y nos conocimos. Qué tiempos aquellos...

Tras este rato nos retiramos a nuestros aposentos. Saludos viajeros.