St. Paul & The Broken Bones y Glen Hansard conquistan Noches del Botánico

La jornada de domingo en las Noches del Botánico nos deparaba dos grandes directos, por un lado a St. Paul & The Broken Bones y por otro a Glen Hansard mostrando sus mejores shows. Una jornada muy especial en Noches del Botánico en la que la música y el entorno eran la clave, una jornada donde los fans que asistieron disfrutaron de dos grandes repertorios y momentos únicos en cada uno de los dos conciertos.St. Paul & The Broken Bones nos esperaban como la primera formación de la jornada, una big band con mucha personalidad, la fuerza instrumental de la banda, un proyecto con una base rítmica interesante con una gran batería y bajo, junto a buenas guitarras, teclados y sobre todo los vientos, desde el inicio con la Marvin Jam empezaban a caldear el ambiente, saliendo poco a poco y con Paul saliendo al final, mención especial a Jesse al bajo y con Al a las teclas. La personalidad de Paul era en parte el eje de todo, por decirlo así el nexo de unión en los que era la parte instrumental y las canciones, llegaron Flow with it y Half the City, en estos tres temas la conexión con el respetable ya estaba establecida y se notaba que poco a poco en cada canción (con su estructura en directo donde se dejaba espacio para crear esa parte más propia de una jam) notábamos como se daban pequeños descansos y se daba espacio a la conexión entre temas. Aparecieron temas como Apollo, Glass in Greener o Like a Mighty River; entre medias, vimos un cambio de vestuario (se puso una especie de chaqueta de lentejuelas) y antes terminó de rodillas al borde del escenario. En la parte final, Sanctify, The Last Dance y Call Me fueron los últimos temas donde le pudimos ver en las gradas interpretando uno de estos cortes para cerrar el show.

Glen Hansard por su parte ofreció un show con banda, un formato muy compacto en el centro de la sala que permitía imaginar que veíamos a la banda en una sala, el concierto nos mostró como un proyecto evoluciona, ya fuera con su voz, acompañado de la guitarra acústica o eléctrica, siempre mostraba un registro nuevo, siempre estaba transmitiendo, incluso en esos pequeños momentos de parón "obligado". Empezó con Sure as the rain para entrar en calor siguiendo con The Feast of St. John tras una pequeña introducción, mostrando que la fuerza del tema en directo es aún más intensa, las guitarras y cuerdas sonaban con fuerza, mostrando el lado más cercano al rock, seguiría, Down on our knees y Time will be the healer para ir reforzando el ambiente, durante este tiempo las canciones iban mutando, dejando que su alma traspasara el escenario con la magia del directo, una banda en muy bien estado de forma arropaba al propio Glen quién en un momento dado llegaría a presentar canciones a voz y acústica durante el show, haciendo que todo fuera más íntimo. Entre los siguientes temas llegaron varias canciones donde destacaron No Mountain y Bird of Sorrow antes de que llegara Ghost con una pequeña introducción donde nos contó de donde nació el tema haciendo que fuera más especial
Lo que pasaría en el fina pasó a ser ese cierre perfecto, Fitzcarraldo nos acercó al final del show, un tema con la energía necesaria para que todo tomara impulso, lo que pasó en los siguientes temas con canciones como Bearing Witness, Revelate o Falling Slowly pasó a ser ese inicio del final con algunos guiños entre las canciones, jugando con la letra e incluso con invitados en el escenario, para el cierre Song of good hope ponía la nota emotiva para que cerrara The Gift en un aparente final que se llevó a una serie de vueltas sobre el estribillo donde nos encontramos con toda la fuerza de esta banda y al propio Glen cerrando por todo lo alto, celebrando cual victoria el show con ese momento de victoria con la bebida, un gesto a forma de despedida que no sería el fin dado que invitaría a un fan para terminar el show como cierre de canción, haciendo que el respetable aplaudiera el show, uno de los más especiales de la temporada.
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