En esta época donde los trailers cuentan la película entera, resulta curioso un trailer tan mentiroso como el de Star Trek: En La Oscuridad. Te miente, te oculta información, te desvía la atención… un trailer bien hecho, oye. Y es que la película al igual que el trailer está, sobretodo, bien hecha.
Dicho esto no voy a contar ningún spoiler. Star Trek: En La Oscuridad es una historia sobre la exploración, y sería irónico que descubrierais las cosas aquí en vez de en el cine.
Nos introducimos directamente en la acción extra-planetaria. Un guiño al Templo Maldito mientras empezamos a disfrutar con la música de Michael Giacchino desde el primer instante hasta las dos horas que llegan los créditos con el tema original de Star Trek.
Seguimos con el mismo patrón que su predecesora: Kirk es humano y un vacilón. Spock es un (medio-) vulcano muy lógico y formal. Las diferencias bien marcadas. Un poco muy marcadas, en algún momento no sabemos si estamos viendo a Spock o a Sheldon de The Big Bang Theory.
En la primera entrega teníamos un enemigo externo, malo muy malo al que derrotar. En esta no está claro en ningún momento hasta bien entrado en la narración quién es el antagonista.
Es esta confusión constante la que causa a los tripulantes de la Enterprise a dudar de ellos, a buscar soluciones desesperadas, pero sobretodo a dejar atrás las diferencias y hacer lo adecuado aunque no sea la opción mejor, ni la más fácil. La misma confusión hace a los protagonistas ir hacia adelante, progresar en su visión del mundo, desarrollarse.
La mayor diferencia que hay es que nos encontramos ante menos dosis de espacio exterior que en la primera y más escenarios terrícolas. Lo que deja a J.J. Abrams incluir algo de acción tradicional. Puños en vez de “phasers”.
Entrando en los actores individuales, más allá de que todos están más que correctos, destacar que Cumberbach se intenta merendar la película por mero peso de su actuación, voz (por dios, vedla en Versión Original) y presencia. Por suerte para nosotros el resto de actores no se quedan muy atrás.
La película añade un tono femenino necesitado entre tanto hombre en el puente de mando del Enterprise con el personaje de Carol (sí, “la rubia” que sale en ropa interior en el trailer). Y es una pena meter nuevos personajes femeninos, ya de por sí escasos en el cine de ciencia ficción en particular, si vas a tener que darles un “desnudo” innecesario. Es mi mínima pega a la película junto con unos pocos ‘tropos’ más algo manidos.
Como conclusión me repetiré: La película está muy bien hecha en todos los aspectos. Se hace amena durante todo el metraje. Si es una indicación de algo es que salvo una catástrofe, todo parece indicar que Abrams está más que preparado para Star Wars VII.