El 18 de diciembre de 2015 era una fecha que la inmensa mayoría de aficionados al cine teníamos marcada en el calendario en rojo. No en vano, éramos muchos los que estábamos deseando poder hincarle el diente a la nueva entrega de Star Wars ya que toda la información que habíamos estado recibiendo en los últimos meses preludiaba que íbamos a ver algo, cuando menos, digno de la trilogía original. Y vaya sí El Despertar de la Fuerza es digna de la trilogía original.
Han pasado treinta años desde los hechos acontecidos en El Retorno del Jedi y nos encontramos con que las cosas no han cambiado para mejor. El Imperio ha caído, hay una nueva República pero, sin embargo, sigue la guerra, ya que una organización llamada la Primera Orden no piensa permitir que la paz reine en el universo.
Voy a empezar diciendo que El Despertar de la Fuerza consigue, con tan sólo media hora de metraje, que los fans olvidemos la decepcionante segunda trilogía. La mayoría de los que somos fans de Star Wars desde hace muchos años sufrimos considerablemente con la trilogía que se inició en 1999 porque para nada reflejaba el espíritu de la original. Ojalá en aquellos momentos hubiéramos sabido que sólo había que esperar a que los mandos de la saga cayeran en manos de JJ Abrams para que esto sucediese.
En estos días he leído muchas críticas positivas (creo que todos mis compañeros de El Club del Cinéfilo coinciden en ello) pero también he leído otras no tan buenas en las que se acusa a este Episodio VII de ser un remake encubierto del Episodio IV o que, prácticamente, todo lo que ofrece El Despertar de la Fuerza ya lo hemos visto en el pasado. Lo del remake me parece una chorrada que no puedo rebatir en condiciones sin soltar algún que otro spoiler de la película así que simplemente diré que esos elementos a los que se aluden yo los consideraría una constante en la saga. Quizá puedan resultar repetitivos (a mí no me lo parecen) o, más probablemente, poco innovadores, pero creo que en el caso de Star Wars la mayoría de los fans no queríamos que nos contaran algo totalmente nuevo, queríamos que nos contasen la historia de siempre, la eterna lucha entre el bien y el mal, a la manera warsie ¿Y cuál es esa manera? pues aquella en la que simpatizamos con los buenos, alabamos su lucha y celebramos sus victorias pero también aquella en la que nos sentimos tentados, enormemente, por el lado oscuro. Y este es uno de los más grandes aciertos de El Despertar de la Fuerza: los malos vuelven a ser atractivos.
Decir que Darth Vader es uno de los villanos más icónicos de toda la historia del cine es quedarse corto. Suponíamos que le íbamos a echar de menos en la segunda trilogía pero nunca nos pudimos imaginar cuanto llegaríamos a hacerlo ya que, en ningún momento, el lado oscuro de la fuerza llegó a destacar en condiciones. Por eso es todo un gustazo llegar a este Episodio VII y encontrarse con un villano como Kylo Ren, quien creo que nos va a dar unas cuantas alegrías. Quizá me ha dejado un poco fría el resto de villanos, sobre todo el Lider Supremo Snoke y la Capitán Phasma, pero son tantos los interrogantes que se abren entorno a la Primera Orden que espero con ansia lo que esta organización tan malvada nos va a deparar en próximas entregas. Y vuelvo a Kylo Ren, pero es que he quedado fascinada con ese personaje, tanto por su aspecto como por su historia. Vamos, que cada vez que Kylo Ren salía en pantalla sólo me faltaba dar palmas.
En cuanto al lado de los buenos lo único que puedo decir es bravo. Bravo porque los nuevos fichajes han sido un acierto y bravo porque me ha encantado como han ido entrelazando la historia para que fueran encontrándose los nuevos personajes con los antiguos. En este punto es muy dificil hacer comentarios extensos sin desvelar datos esenciales de la trama así que lo poco que puedo que deciros es que si por el lado oscuro se avecinan cosas interesantes por el lado de la resistencia, aún más. De entrada hay que felicitar a los que hicieron el casting porque aunque se criticó que los dos protagonistas principales (Daisy Ridley y John Boyega) fueran desconocidos para el gran público Rey y Finn son dos de los grandes atractivos de la película.
Pero lo que, verdaderamente, hace que El Despertar de la Fuerza esté gustando tanto es que te deja con ganas de más. Sí, la trama es vertiginosa y la acción empieza desde el primer minuto, los personajes son muy interesantes y tiene muchos de los elementos que nos enamoraron en la primera trilogía pero el gran acierto de esta película es que sales del cine deseando que sea ya el 26 de mayo de 2017 para ver la continuación de la historia. Y en esas estoy ahora, queridos míos, porque se nos hizo muy larga la espera desde que vimos el primer teaser de esta película hasta el día del estreno pero es que yo ya me estoy mordiendo las uñas por lo que nos puede deparar el Episodio VIII.
Lo reconozco, tenía el hype por las nubes y salí muy satisfecha del cine. En ningún momento esperaba ver algo mejor que El Imperio Contraataca pero si me conformaba con ver una película que estuviera al nivel de La Guerra de las Galaxias o El Retorno del Jedi y eso sí que lo ha conseguido JJ Abrams.
Y para acabar, un comentario sobre un tema que ha ido de la mano con el estreno de El Despertar de la Fuerza: los spoilers. Yo tenía bien claro que iba a ir el día del estreno a ver esta película, primero porque así lo hice con las de la anterior trilogía y segundo porque no estaba dispuesta a que nadie me fastidiase la película contándome más de lo que quería saber. Para mi gusto, los primeros que empezaron contando de más fueron los propios creadores (productores, publicistas o quienes fueran) porque, cuando se acercaba el estreno, no había día que no saliese a la luz un nuevo vídeo, foto o información cualquiera. Pero lo que ya es intolerable han sido los IMBÉCILES (sí, en mayúsculas y bien grande) que se han dedicado a recorrer la red desvelando, sin ningún miramiento, los momentos más importantes de la película. Sinceramente, no sé que clase de problema tiene ese tipo de gente pero hay que ser muy IMBÉCIL para disfrutar con algo así. En este caso, me he librado pero he sufrido en mis propias carnes lo desagradable que es saber lo que va a ocurrir de antemano en una película o serie y, las cosas como son, no llego a disfrutar lo mismo ni de lejos. Por eso, me alegro enormemente de haber podido llegar al estreno de El Despertar de la Fuerza con el menor número de datos posibles porque no me quiero ni imaginar lo mal que me hubiera sentado saber lo que pasa, por ejemplo, al final de esta película. Está claro que este problema tiene difícil solución pero sólo con intentar ponerse en la piel de los demás nos evitaríamos cosas como estas (anda que no pides tú nada)