Revista Cine
Director: John Carpenter
Ugh, a veces, no sé por qué (siempre me digo: no lo hagas), me da por releer entradas aquí y allá, elegidas bajo un criterio totalmente azaroso, aunque por lo general me inclino por aquellas que, creo yo, me quedaron mejor. Lo cierto es que, leídas desde el presente, no me entiendo mucho y me parezco empalagoso; debería abrazar la simplicidad y la síntesis extrema, pero me es inevitable verme empujado por esta casi obligatoria necesidad de "analizarlo" todo (como si eso fuera posible). Si pueden venir regularmente y aguantar mi ampulosa manera de redactar, entonces debo decir que tienen una paciencia de lujo. Estos son pensamientos que me vienen de vez en cuando, me es imposible quedarme tranquilo conmigo mismo. Hace poco terminé la retrospectiva al cine de Don Siegel; entre medio revisé unas cuantas películas de Spike Lee, Steven Soderbergh y comenté cinco películas de John Carpenter, de quien me propuse hacer un ciclo en dos tandas. Ahora, como ven, vamos con la segunda... y a buena hora (no quería terminar el año con esta segunda tanda pendiente; habría sido el colmo). Ojalá me salga ininterrumpida; la única certeza es que no será cronológica.
Puede que "Starman" sea una película naíf para sus cosas, decididamente naíf digo, pero eso es, justamente, parte esencial de su encanto, de su belleza, de su poder, de lo que la hace tan especial. Además es una película tremendamente honesta, dueña de una sensibilidad auténtica y de emociones genuinas, que no intenta engañar a nadie en lo absoluto, antes al contrario, se vale de su premisa de ciencia ficción para desarrollar una sencilla pero profunda road movie que me es difícil de reducir, pero que, en palabras simples, reflexiona sobre la naturaleza del ser humano, del estilo de vida de las personas y de la belleza que no vemos, que nos perdemos, que destruimos. Hasta podría decirse que es un drama romántico (con saludables dosis de buen humor), y aunque esto no es para nada errado, no me parece una historia de amor en el sentido más convencional del término en tanto los dos personajes principales no se ven necesariamente atraídos físicamente o emocionalmente, como si buscaran simple compañía o complementación del otro, parchar alguna carencia u olvidar momentáneamente un pesar, más bien es esa belleza abstracta que los define (él, como una criatura sabia y compasiva, ella, como una persona vulnerable pero poderosa) y que vive dentro de cada uno lo que los funde en una sola entidad, cuerpo y alma, capaz de trascender el tiempo, aunque quizás de eso se trate el amor, quién sabe, y quizás todo lo que dije vendría a ser lo mismo, no me sorprendería (decir cosas redundantes).
En concreto, "Starman" nos cuenta la historia de un extraterrestre que llega a la Tierra luego de haber recibido la invitación de una sonda espacial, sólo que es recibido con disparos y en eso cae cerca de la casa de Karen Allen, solitaria viuda que aún llora la muerte de su Jeff Bridges. El extraterrestre toma la forma del difunto marido y, en medio de la confusión, hace que Karen Allen lo conduzca al punto en donde lo esperan sus otros amigos extraterrestres para llevárselo devuelta a su planeta (porque luego de semejante recibimiento quién se querría quedar en un lugar así). De esta forma, esta road movie nos muestra cómo, en el camino a su destino, se relaciona el extraterrestre con una humanidad que conoce muy por encima (lo básico, la teoría, no la práctica, conoce palabras, no la forma de relacionarse, sabe cómo luce un humano por fuera, mas ignora la mente y el espíritu que hay dentro), aprendiendo por el camino todo lo bueno y lo malo que la hace tan "especial", tan compleja, encontrando gente buena, bondadosa, generosa, etc., y también topándose con gente que sólo parece conocer violencia, envidia, codicia.
La película, vuelvo a lo mismo, no tiene miedo alguno en ser ingenua y adorable, nos deja escenas realmente preciosas (como cuando Jeff Bridges revive al ciervo, luego de haber manifestado lo ilógico e injusto de asesinar a una criatura que no supone daño alguno para uno) y nos ofrece reflexiones simples, casi infantiles, sobre varios tópicos éticos-morales-sociales, pero que por lo mismo resultan tan potentes, porque parecen tan obvias que es ridículo que no veamos las cosas de esa manera y que continuemos con esta senda de violencia y autodestrucción, siendo que tenemos la solución justo frente a nuestros ojos. Además también tiene escenas muy hilarantes, como cuando Jeff Bridges, cual Dale Cooper versión Doug, entra a un casino a ganar una pequeña fortuna en las tragamonedas. La banda sonora es maravillosa y Jeff Bridges, además de ser increíblemente guapo, nos deleita y emociona con una actuación memorable y fantástica (esa mirada suya es... uf, cómo decirlo) que seguramente se encuentra dentro de lo mejor de su carrera. Por supuesto, Karen Allen también construye un personaje real, de carne y hueso, incluso dentro de esta historia de fantasía, y qué puedo decir, "Starman" me ha encantado, emocionado y maravillado. Es mucho más profunda de lo que parece, pero mantiene los pies bien puestos en la tierra y por eso se siente tan cercana, necesaria, vigente.
Imperdible.
...si tuvieran ese poder, ¿le devolverían la vida a un inocente venado asesinado y expuesto vilmente sobre el capó de un auto?...