Revista Comunicación

State of Play: Paren las rotativas

Publicado el 25 mayo 2011 por Malena

State of Play: Paren las rotativas

Mucho realismo y bastante idealismo periodístico. Dos elementos que hacen de State of Play una miniserie por demás interesante. Con todos los elementos necesarios para no generar un bodrio hiperrealista ni tampoco un cuento fantástico de periodistas-detectives. La magistral combinación de lo que hace falta para meterse de lleno.

Estrenada el 18 de mayo de 2003 en la BBC One, esta serie de apenas seis episodios de una hora de duración cada uno, contaba la historia de una investigación periodística que arrancaba con dos muertes en apariencia independientes. Por un lado, el asesinato de un joven aparentemente implicado en un problemadedrogas y, por el otro, el supuesto suicidio de una colaboradora del notable político Stephen Collins, bajo las vías del tren. Ambas líneas eran tomadas por el periódico The Herald, que a través de su equipo de periodistas encabezado por Cal McCaffrey, comenzarían a descubrir una trama que combina corrupción de grandes corporaciones y muertes que-parezcan-accidente.

 

State of Play: Paren las rotativasLa calidad de State of Play va por dos carriles muy relacionados: un formidable reparto y una contundente historia que no reace en vicios. Bajo el primer aspecto encontramos a John Simm como el periodista Cal, a David Morrisey como el quebrado político Stephen Collins, Kelly MacDonald como la joven promesa del diario llamada Della Smith, Bill Nighy como el siempre ambiguo editor de turno, Polly Walker como la engañada esposa de Collins, James McCavoy como el hijo rechazado del editor y típico reportero caradura, Phillip Glenister como el policía a cargo de una investigación que se le escapa entre los dedos y Marc Warren como un playboy con demasiada información.  Un reparto que, ya desde cada nombre individual suelen ser garantía de calidad.

En consecuencia o debido a eso la historia escrita por Paul Abbot y llevada a la pantalla por David Yates (director de las últimas películas de Harry Potter), está totalmente a la altura de las circunstancias. La lógica narrativa en que el espectador vea casi todo desde la óptica de los periodistas, con ciertos momentos de escenas paralelas que nos brindan alguna información por anticipado. Pero en general se busca entrar en ese laberíntico mundo de una investigación que se agiganta con el correr de los capítulos.

State of Play: Paren las rotativas

La serie está cargada de callejones sin salida, de descubrimientos repentinos y de mucha búsqueda deductiva. Una perfecta combinación de lo que en cualquier proceso de investigación queda librado al azar y también a la intelingencia del detective en cuestión. Es cierto que si bien se plantea una Redacción de diario realista, la serie cae en algunas idealizaciones, sobre todo aquello del intrépido periodista a lo Sherlock Holmes, pero en el caso de esta serie se hace con tanta altura, que esos pequeños deslices son resueltos con mucha solidez. Nada de ver a un silencioso reportero pasado de cafeína convertido en un héroe de acción que mágicamente sabe disparar una 38. Lejos de eso, los personajes no traicionan su bien trabajada psicología en pos de una acción trepidante. De hecho, la primera mitad de cada capítulo suele tener un ritmo más bien lento, abocado en general a mostrarnos un poco de la vida personal de los protagonistas que, dicho sea de paso, casi no tienen momentos de recreo. Toda su vida privada  queda cada vez más entrelazada con la investigación que llevan adelante. Mención aparte para la interpretación de David Morrisey, cuyo personaje para absolutamente por todo el abanico de sentimientos posibles y en el giro del final muestra una solidez absoluta en todo su despliegue. En lo personal, eché de menos un poco más de participación policial por el lado de Phillip Glenister, que en cierto momento de la serie prácticamente desaparece de la escena.

Yendo a lo concreto de la historia, como comentaba más arriba todo arranca con la muerte de Sonia Baker, colaboradora y amante de Collins. Cal McCaffrey toma el caso ya que en el pasado había sido jefe de campaña de Collins, y lentamente se va metiendo en la vida familiar del político, que a cada paso está más entrecruzada con las sospechas y un marco de corrupción que rodea al personaje.

Sin adelantar elementos que pudieran revelar detalles de la trama o, aún peor, su efectivo giro final, vale decir que es muy recomendable para quienes quieran ver una breve y profundamente pensada miniserie británica con todos los elementos de las buenas series de esas latitudes. También vale decir que en 2009, EEUU compró los derechos y se filmó una película del mismo nombre protagonizada por Russel Crowe y Ben Affleck, y dirigida por Kevin Macdonald (El Último rey de Escocia).

State of Play: Paren las rotativas

Título original: State of Play (título alternativo: La Sombra del Poder)
País: Reino Unido
Año de emisión: 2003
Cadenas: BBC 1
Creador: Paul Abbott
Número de temporadas: 1
Cantidad de episodios: 6

 


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