Stephen Hawking ha escrito un libro en el cual afirma: "Dado que existe una ley como la de la gravedad, el universo pudo crearse a sí mismo de la nada, como así ocurrió. La creación espontánea es la razón de que exista algo, en vez de la nada, de que el universo exista, de que nosotros existamos. No es necesario invocar a Dios para que encienda la mecha y ponga el universo en funcionamiento"
La ciencia es considerada como un conjunto de hipótesis -que deberán ser probadas- para explicar o describir aspectos del mundo. Si bien no todas las hipótesis pueden hacerlo, TODAS deben ser FALSABLES, es decir, susceptibles de ser falsadas (que se puede refutar, rebatir). No hay que confundir hipótesis falsas con hipótesis falsables. Una hipótesis es falsable si existe un enunciado observacional o un conjunto de ellos lógicamente posibles que sean incompatibles con ella, es decir, que en caso de ser verdaderos, falsarían la hipótesis. Ejemplo: la afirmación "Los lunes nunca llueve" es falsable porque se puede falsar al observar que un día lunes llueve. Karl Popper es un representante del falsacionismo. Las hipótesis científicas deben ser falsables además de informativas, dando cuenta de cómo el mundo se comporta en ciertas circunstancias y NO cómo POSIBLEMENTE podría hacerlo. (¿Qué es esa cosa llamada ciencia? Alan F. Chalmers)
En el caso de la teoría de los "universos múltiples", es una teoría que no se puede experimentar ni falsar, por lo tanto, no es científica. No pasa de ser una hipótesis matemática.
En cuanto al principio antrópico y la posibilidad de vida en otro planeta, Hawkins se equivoca si cree que si se llegara a comprobar que existe vida inteligente en otro planeta constituye una amenaza para nuestra fe.
Siempre he dicho que los ovnis me parecen una fantasía. Soy escéptica sobre este tema y por eso digo: 'ver para creer' y hasta ahora no he visto ninguno y las pruebas que presentan no me parecen convincentes, no he cambiado de opinión: el 21 de julio en el post "El origen de la vida en nuestro planeta: un enigma para la ciencia" escribì lo siguiente:
"Alguno seguramente pensará que los creyentes queremos que a toda costa prevalezca la idea que estamos solos, ya que habría cierta relación con la tesis del principio antrópico que parece más congruente con la doctrina cristiana de la creación, pero quien piense así se equivoca porque para los cristianos que creemos que “para Dios no hay nada imposible” (Lucas 1,37), no nos sería difícil aceptar que el Señor haya decidido crear vida inteligente en otro lugar, pero el problema es que no hay ningún tipo de evidencia, y, por el contrario, la que hay apunta en la dirección contraria."
Si existiera vida inteligente en otro planeta no representa una amenaza para nuestra fe ni refuta a Dios. Se equivoca Hawking. Cuando decimos que "para Dios no hay nada imposible" estamos diciendo que todo es posible.
Pero aquí no se trata de lo que uno quiere sino de seguir la evidencia.
"La ciencia solo puede hablar de cómo actúa la materia. No puede decir nada de teología, de ética, de arte, de derechos y deberes, de relaciones humanas. No puede hablar de lo que no puede comprobar con un experimento. Ni siquiera puede decir por qué existe el universo ni si este y la vida humana tienen sentido. Por su parte, la fe no dice nada de cómo actúa la materia ni de si el universo es o fue caliente o frío; solo habla del plan de Dios para nosotros. Por eso, es imposible el conflicto si cada modo de conocer se mantiene en su campo y su metodología." padre Manuel Carreira, S.J.
Hawking no cree en Dios, pero esa fotografía suya me inspira mucha ternura hacia él, y los creyentes traducimos ternura por oraciones, aunque lo desprecien no nos importa, igual oramos.
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Tomado de: larazon.es
por Pablo J. Ginés
Hawking dice que «el Universo se creó a sí mismo», pero no lo justifica ni desde la física ni desde la matemática.
Madrid- Son sólo tres párrafos de un libro que el físico Stephen Hawking está a punto de publicar, pero al rotativo británico «The Times» le han bastado para dedicarle la portada y un título a cuatro columnas: «Hawking: Dios no creó el universo».
«Puesto que hay una ley como la de la gravedad, el universo puede crearse a sí mismo de la nada, y lo hace. La creación espontánea es la razón por la que existe algo, en vez de nada», afirma en su nuevo libro, «The Grand Design».
Ni física ni pruebas
¿Qué pruebas aporta Hawking de tan contundente predicación? Tan sólo «la observación confirmada en 1992 de un planeta orbitando una estrella que no era nuestro Sol». Según él, «eso hace que las coincidencias de nuestras condiciones planetarias –el único Sol, la afortunada combinación de la distancia Tierra-Sol y la masa solar– sea mucho menos convincente como evidencia de que la Tierra fue cuidadosamente diseñada para satisfacernos a nosotros, los seres humanos».
«Al afirmar que hubo “creación espontánea”, Hawking se excede, porque eso es algo que la física no tiene capacidad para afirmar», afirma el jesuita y matemático Javier Leach, de la Cátedra de Ciencia y Religión de la Universidad de Comillas. «La física no puede utilizar el concepto “creación”, que es un concepto metafísico», confirma el físico y teólogo Santiago Collado, profesor de Filosofía de la Naturaleza en la Universidad de Navarra. «En el fondo, esto es una cuestión ideológica orquestada con motivo del viaje del Papa a Inglaterra. Por detrás, hay activistas del llamado nuevo ateísmo, como Richard Dawkins. Hawking habla de universos infinitos, algo indemostrable desde la ciencia, inverificable, para refutar la idea de que es asombroso, demasiada casualidad, que exista nuestro universo. Por ejemplo, la fuerza de la atracción nuclear, la velocidad de expansión del universo... sólo con que fuesen un poquito distintas, no habría ni estrellas ni vida. Es tanta casualidad que impacta y refuerza las tesis a favor de un Creador».
«Hawking viene a decir lo mismo que el griego Demócrito hace 25 siglos, que el universo se inicia a sí mismo, pero no da evidencias de ello», coincide el jesuita Agustín Udías, un experto en historia de la astronomía. «Ahora Hawking habla de “crear desde la nada”, cuando el concepto “nada” es filosófico, no es científico. Los físicos, como mucho, pueden hablar de “vacío”, que es algo muy concreto, que ocupa espacio, alberga magnetismo, etc... Una cosa es elucubrar y otra es hacer física», añade.
Un universo comprensible
En Reino Unido, una de las primeras figuras en responder a Hawking ha sido el astrofísico David Wilkinson, director del St. John’s College de Durham. «La ciencia y la lógica pueden apuntar a un Creador. ¿De dónde vienen las leyes de la física? ¿Qué propósito tiene el universo? ¿Por qué es inteligible, comprensible?», plantea para mostrar algunos indicios a favor del teísmo.
ANÁLISIS: Ni los múltiples universos ni los extraterrestres refutan a Dios
- Si existiesen «múltiples universos», ¿quedaría rebatida alguna enseñanza de la fe cristiana?
–Más bien al contrario. En el siglo XIII, por influencia del pensamiento de Aristóteles, en las universidades europeas, había quien enseñaba que «Dios sólo puede haber creado un mundo», pero eso fue condenado por el obispo de París, Tempier, en 1270. La existencia de «múltiples universos» no constituye ninguna amenaza para la fe.
- Pero, ¿existen múltiples universos?
–Los físicos serios se llevan las manos a la cabeza cuando les habla de múltiples universos. Hoy por hoy no pasan de ser hipótesis matemáticas que no se pueden experimentar ni falsar, es decir, que no son científicas.
- ¿Por qué hablan tanto de múltiples universos los que no aceptan que haya un Creador?
–Porque las constantes físicas de nuestro universo están «ajustadas» de una forma tan exacta, tan improbable, que favorece la hipótesis de un Creador. Esto se llama el «principio antrópico». Si hubiese infinidad de universos, por mera probabilidad, alguno debería ser «ajustado» y ellos creen que sería menos asombroso. Pero, insisto, no hay indicio alguno de que existan esos universos.
- Si hubiese muchos planetas con vida inteligente, ¿se pondría en peligro alguna enseñanza cristiana?
–No. La Iglesia nunca ha negado esa posibilidad. La Iglesia admite, por ejemplo, a los ángeles, seres inteligentes diferentes de nosotros. Se plantearían preguntas interesantes sobre si esas otras criaturas inteligentes fueron redimidas por Cristo y cómo.
- ¿Y lo de la «creación espontánea del Universo»?
–Es autocontradictorio y no es física. La física no puede hablar de «creación», sólo de transformación de la materia.