Después de ver la película, que apunta maneras de documental, queda bastante claro que Steve Jobs era un "capullo", tal como lo definen en varias ocasiones. Él mismo, confiesa a su hija Lisa, a quien tardó años en reconocer la paternidad, que estaba "mal hecho. Dicho esto, Jobs, evidentemente era un genio; un incansable y apasionado trabajador, maestro en generar expectativas. Claro. Estas líneas las escribo en mi pequeño Mac, que al mundo de la manzanita llegué no tanto por pijo como por cuestiones profesionales. Torpe por naturaleza para las cosas de los ordenadores, me enamoré definitivamente en la Universidad de aquel Macintosh Classic, hoy pieza de museo.
Y es que las clases de Tecnología en mis tiempos estaban basadas en el tipómetro como elemento tecnológico de última generación. En láminas, a medio camino con los arquitectos, dibujábamos páginas de periódicos, de diarios, de semanarios de todos tamaños y colores. Fue mucho después (que esto era en España), cursando una especialización, al tiempo que laboralmente escribía con una máquina electrónica, cuando apareció él. Un ordenador para inútiles como yo que hacía lo que yo le ordenaba en vez de lo que me ordenaba él a mí.
Por lo visto no era yo el único torpe, que hasta Windows copió la idea aunque siempre los pcés normales sonaran a muelle.
Así que sí. Me gustan los aparatos de la manzanita sin llegar a ser un friki de última hora. Quizá por eso tenía curiosidad en la película, otro biopic de una parte de la vida de biografiado. O mejor, tres partes de su vida. Quizá yo echo en falta precisamente un mayor desarrollo de lo que fue la vida y juventud de Jobs, un tipo tan genial como raro.
Aunque el esqueleto de las tres partes no se corresponden con el famoso y recomendable discurso de Steve Jobs en 2005, en la graduación de Stanford, sí que buena parte de ese alma quedan dibujados en la cinta, eso sí, como un "capullo", que en los últimos diez minutos pasa por la lavandería.
Los tres momentos que se narran en la película coinciden con tres lanzamientos bandera en la vida de Jobs: el Macintosh en 1984, que se lanzó en De Anza Community College, en Cupertino (California) y que suponía un desafío ante la supremacia del PC; el lanzamiento del NeXT computer en 1988, presentado en la San Francisco Opera House, y la aparición del iMac en 1998, en el Davies Symphony Hall de San Francisco.
Por tres veces, minutos antes de aparecer en escena Steve Jobs, surgen mil problemas y una tensión que se traslada al patio de butacas. Problemas personales, problemas técnicos, problemas empresariales problemas de marketing... No en vano, la única persona que plantó cara a Jobs fue una mujer, la responsable de marketing, J oanna Hoffman (Kate Winslet). Su mano derecha, trabajando siempre en la oscuridad.
Por esos momentos previos desfilará su primera mujer, Chrissan Brennan; su hija, Lisa; su amigo, su socio..., para concluir que Steve Jobs es un ególatra que padecía distorsión de la realidad, algo de lo que acusaba a su ex mujer. Un tipo intratable pero que después de muerto sigue influyendo en este mundo que él revolucionó.
Para ver el discurso de Jobs en Stanford (muy recomendable), pincha aquí.
-->
Director: Joshua Michael Stern.
Reparto: Ashton Kutcher, Dermot Mulroney, Josh Gad, Matthew Modine, James Woods, Amanda Crew, J.K. Simmons, Lesley Ann Warren, Lukas Haas, Ron Eldard, Ronnie Gene Blevins, Ahna O'Reilly.