Con veintiséis años ya era multimillonario. Fundó Apple en el año 1976 en el garaje de su casa y desde los años ochenta y la entrada en el mercado de la potente industria de los ordenadores personales decidió dedicar su vida a la innovación continua. Entre sus diferentes creaciones destaca Macintosh 128K, Pixar, NeXT Computer, iPod o iTunes. En octubre del año pasado, el mundo dijo adiós a uno de los grandes magnates del sector informático estadounidense, Steve Jobs.
Entre los reconocimientos póstumos merece la atención la frase del productor de cine Steven Spielberg: “Steve Jobs fue el mayor inventor desde Thomas Edison. Puso el mundo en nuestras manos”. Y no es para menos, ya que este ejecutivo empresarial inspiró y perfeccionó la industria de los ordenadores, el mundo de la animación, la música y los teléfonos móviles. Su reinvención constante le permitió fundir la tecnología y el arte en cada una de sus creaciones.
Su despido de Apple en 1985 fue concebido por él mismo como una oportunidad de empezar de nuevo, únicamente con sus ideas, su esfuerzo y su talento. En su discurso de 12 de junio de 2005 en la ceremonia de graduación de la Universidad de Stanford explicó: “El revés ocurrido con Apple no había cambiado eso ni un milímetro. Había sido rechazado, pero seguía enamorado. Y así decidí comenzar de nuevo (…) Estoy muy seguro de que nada de esto habría sucedido si no me hubiesen despedido de Apple. Fue una amarga medicina, pero creo que el paciente la necesitaba. En ocasiones la vida te golpea con un ladrillo en la cabeza. No pierdan la fe. Estoy convencido que lo único que me permitió seguir fue que yo amaba lo que hacía. Tienen que encontrar eso que aman”.
A fecha de su muerte su fortuna ha sido valorada en 8.300 millones de dólares. Nunca se graduó en la universidad. Fue un pionero romántico, apasionado de la eficacia y la belleza estética, un visionario que hizo de la cultura digital un mercado rentable y en constante metamorfosis. De trato difícil, su obsesión por los productos perfectamente acabados le permitió rescatar para el usuario unos diseños estilizados, ensamblaje de minimalismo y comunicación.
Las redes sociales recuerdan su legado y su filosofía empresarial, la de creer y amar aquello que haces. Padrino de la informática y amante de las nuevas tecnologías, Steve Jobs no sólo revolucionó la oferta digital sino que se convirtió en un genio creativo que abandonó su trono dejando el listón muy alto para los sucesores de tan prolífica herencia.
Su concepción de la vida es expresada por él mismo en su discurso: “su tiempo tiene límite, así que no lo pierdan viviendo la vida de otra persona. No se dejen atrapar por dogmas – es decir, vivir con los resultados del pensamiento de otras personas. No permitan que el ruido de las opiniones ajenas silencien su propia voz interior. Y más importante todavía, tengan el valor de seguir su corazón e intuición, que de alguna manera ya saben lo que realmente quieren llegar a ser. Todo lo demás es secundario”. Murió un adelantado de su tiempo que hubiese cambiado toda su tecnología por una velada con Sócrates. Nos dejó su símbolo estrella, una manzana mordida. Nos permitió ver el futuro. Puso el mundo cibernético en nuestras manos.