El día de Navidad de 1954 nacía nuestro protagonista en una pequeña localidad de Indiana. Influido en sus balbuceos musicales por George Jones y el guitarrista Chet Atkins, su primer trabajo fue como guitarrista en el grupo de Dottie West y, en 1976, firmó su primer contrato con la RCA, la compañía de su mentor Atkins.
Su primer single en el Top 10, The Easy Part’s Over, llegó en 1980. A mediados de los 80 firmó con la MCA y comenzó su racha de números 1 –un total de diez–, que se prolongaría hasta la década de los 90. En 1991, ya bajo el paraguas de Arista Records, apareció su álbum I am Ready, su primer disco de oro (es decir, que vendió más de 500.000 unidades). Al año siguiente consiguió el primero de los cuatro Grammy que posee. Su popularidad se ha potenciado como compositor para artistas tales como Garth Brooks, Keith Urban o Clint Black. En 1996 entró en el Grand Ole Opry y, en 2003, fundó su propio sello discográfico, Selectone Records. En 2011 fue nombrado miembro del Salón de la Fama de Kentucky. Su último álbum, que apareció en septiembre de 2013, lleva por título It Ain’t All Bad, y durante este mes de junio ha planteado una mini-gira que le llevará a Texas y Nashville.
Escuchemos uno de sus números 1, Life’s Highway, escrito por Roger Murrah y Richard Leith en 1986. La letra canta el incesante discurrir de la vida: “En las calles la gente fluye como una corriente para ganarse el pan o pagar impuestos, hay esperanza en cada recodo, puentes que quemar y puentes que destruir, rosas que florecen y se marchitan, no sabemos adónde vamos desde la cuna a la tumba, espero que no te extravíes en la carretera de la vida”.
El grupo Buck, Billo and Maxi facturó una competente versión de este tema.