Año 338-323 a.C. Varado en la India ante el enemigo, Alejandro y sus tropas no consiguen prosperar en su avance de la conquista asiática. Este decide entonces contar sus recuerdos a uno de sus hombres y dejar así registro escrito para la posteridad. Comienza entonces el relato de su infancia en Macedonia, cuando ya acompañaba a su padre a ver el entrenamientode sus ejércitos, educado por Aristóteles, cuando más tarde ya se convertiría él mismo en soldado, luchando bajo el mando de su padre que logró devolver el honor a la tierra de Macedonia, convirtiéndose en un guerrero temido y respetado, llamado a superar las hazañas de su padre.
Siendo todavía muy joven, su padre es asesinado y él se hace cargo del mandato del reino, demostrando su capacidad de liderazgo y militar, sometiendo a ejércitos más poderosos que el suyo, enfrentándose a reyes y emperadores y extendiendo su conquista a las tierras deOriente Medio, sometiendo uno a uno a los pueblos de Palestina, Egipto, y pronto empezaría a ser considerado un Dios. En Mesopotamia se enfrenta al primer problema enfrentándose a un ejército superior al suyo, un millón de hombres, pero aún así cayó Babilonia. Alejandro se instaló allí y su ejército empezó a ablandarse, los soldados a convertirse en cortesanos, hasta que comprendió que debía seguir avanzando, hacer lo que mejor sabía: conquistar. A continuación cayó Persépolis, luego en Afganistán tuvo que enfrentar un nuevo enemigo y una manera distinta de hacer la guerra, y tras tres años de campaña terminó comprando la fidelidad de las tribus afganas. Avanzando siempre hacia el Este, hasta la India, y allí sus hombres comprendieron que ya no podían dar más de sí, que el fin del mundo por el Este quedaba muy lejos y le pidieron que detuviera su conquista y regresar a casa. Alejandro se opuso en un principio pero al final comprendió que llevaban razón y ordenó el regreso. Habían pasado ocho años desde que salieran de Macedonia. Durante el regreso Alejandro cae enfermo y muere rodeado de sus hombres.
Una entretenida epopeya bélica, con un protagonista que toma el cariz de héroe y casi Dios, y que rinde un retrato completo del guerrero ávido de gloria y del hombre.
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