Cuando queda poco más de un año para que se cumplan ochenta años del llamado Convoy de los 927, uno de los primeros envíos de republicanos españoles a los campos de concentración alemanes, ha estado en Madrid Günter Demnig, el creador del proyecto Stolpersteine "tras(pie)dras" que nació cuando se pintaban de blanco los adoquines en frente de la última morada conocida de los deportados a los campos de concentración nazis y que en 1992 se convirtió en la instalación de los pequeños bloques de cemento con una de sus caras de latón con la inscripción del nombre y el fatal destino de una víctima del nazismo. Desde sus comienzos se ha colocado más de 72.000 por todo el mundo.
Tras pasar por 24 países, llegó a España, y gracias al trabajo incansable de Isabel y Jesús llegó a Madrid con la instalación inicial de 12 Stolpersteine, de las que el propio Günter Demnig solo ha podido colocar 8 debido a la gran cantidad de peticiones que recibe.
La historia familiar de Demnig, está relacionada con España. Con 17 años descubrió que padre fue miembro de la Legión Cóndor, que bombardeó Guernica y que fue parte del apoyo que dio Hitler a los alzados. "Nunca más conseguí hablar de eso con mi padre".
La mañana del 26 de abril Demnig colocó las piedras de Enrique Calcerrada, en el 20 de Bravo Murillo; la que recuerda a Andrés Fariñas en Viriato número 2 y en Virtudes, 22 la de Pedro Díaz. En las calles de Ponzano, Espronceda, Francos Rodriguez, Pino Baja y Nenúfar, se instalaron las de José Bello, Antonio Zurita, Eufemio García, Eusebio Gónzález y Gregorio Rebollo. Por la tarde colocó la de Melchor Antuñano, en el municipio de Moralzarzal.
El 29 se continuó con los homenajes instalando 4 Stolpersteine provisionales (hasta que Demnig haga las definitivas) en el número 150 del Paseo de Extremadura y en las calles de José Antonio Armona, Mesón de Paredes y Huerta del Bayo, que recuerdan a José Fontanet, Pablo Agraz, Manuel García y Juan Antonio García. Para finalizar se celebró una mesa redonda sobre el proyecto Stolpersteine en Madrid, con familiares de deportados en el Centro Cultural Puerta de Toledo.
Hoy solo quedan con vida seis españoles: Vicente García, José Manuel García Peruyera, que estuvieron en Buchenwald; Lázaro Nates, Siegfried Meir, Juan Romero que pasaron por Mauthausen, el conocido como campo de los españoles y Conchita Grangé que sufrió el cautiverio en Ravensbrück. Solo seis de los miles de españoles que fueron deportados a los campos de concentración nazis. En Ravensbrück tambien estuvo Neus Català que falleció el 20 de abril, con 103 años.
Las primeras Stolpersteine llegaron Cataluña, al municipio barcelonés de Navás, donde se instalaron en septiembre de 2015. Desde entonces se han colocado 112 piedras a otros tantos deportados en 18 localidades españolas. Tras la colocación de las 12 de Madrid el proceso habrá de continuar para homenajear a casi 450 madrileños y madrileñas más. Aún se espera por el prometido memorial a los deportados a Mauthausen en Madrid, aunque en la Ciudad Universitaria hay un pequeño monumento a los españoles victimas del Holocausto.
La historia de uno de ellos, Pedro Díaz Clemente, deportado a Mauthausen el 27 de enero de 1941, trasladado a Gusen el 17 de febrero de 1941 y gaseado el 18 de diciembre de 1941, es prácticamente la misma para todos los deportados: luchadores por la república española, obligados a huir de España y pasar calamidades en los campos de "refugiados" franceses para terminar abandonados por el gobierno del dictador Francisco Franco y deportados a los campos de concentración nazis y marcados con el triangulo azul de los apátridas. La mayoría de ellos no volvieron con vida.
El mismo día 26 el Consejo de Ministros, presidido por el Presidente Pedro Sánchez, acordó que el 5 de mayo fuera instaurado el "Día del Homenaje a los españoles deportados y fallecidos en Mauthausen y en otros campos, y a todas las víctimas del nazismo de España", coincidiendo la la fecha de la liberación del campo de Mauthausen, donde estuvieron internados 7.532 españoles de los que 4.816 murieron. 9.328 españoles, según constancia en documentos nazis, estuvieron presos en campos de concentración. Murieron 5.185, 3.809 lograron sobrevivir y 334 están desaparecidos.
Desde aquí quiero dar las gracias a todos y cada uno de los que han hecho posible este merecido reconocimiento, en especial a Isabel y Jesús (@IStolpersteine) por su cariño y dedicación. También quiero mandar un abrazo a Jorge Díaz, sobrino nieto de Pedro Díaz Clemente.
Para saber más:
Deportados
Ser Guadalajara
Portal de Memoria Histórica
Ayuntamiento de Madrid
Telemadrid
ABC
La Vanguardia
El País
Público
Wikipedia