Han sido tres los parlamentarios del PP de la Comunidad de Madrid que se han plantado, y no han votado a favor de la iniciativa de Ciudadanos para regular lo que, eufemísticamente, llaman maternidad subrogada.
En la crónica de El Mundo podemos leer con detalle cómo se ha abortado esta ley inicua, a favor de la gestación subrogada.
Muy bien por Luis Peral, Regina Plañiol y David Pérez. Muy bien por decir alto y claro No a la explotación de la mujer, y a la cosificación de la vida. No nos engañemos, como leía recientemente en un artículo de Aceprensa: "La subrogación puede haber estado rodeada de un aura de felicidad estilo Elton John, de preciosos recién nacidos y de nociones de familia moderna, pero detrás de esto hay una industria que compra y vende vida humana. Donde los bebés son hechos a medida para complacer los deseos de los ricos del mundo. Donde una madre es nada, y está privada incluso del derecho de ser llamada ‘mamá’, y donde el cliente lo es todo”.