John Lennon, el compositor de la mejor canción de Los Beatles para siempre jamás
Hablarles hoy de los “Fab Four” no deja de estar más que justificado que nunca por el simple hecho de que los Beatles siempre están de moda, cuanto más en Navidad, ya que suele ser la fecha más apropiada e idónea para la edición de un nuevo disco, libro, DVD o cualquier elemento (audiovisual o no) relacionado con el grupo más importante de la historia de la música.
Así mismo es el mejor momento para regalar y recibir material de los cuatro de Liverpool. Quien suscribe siempre anota desde pequeño el nombre de Lennon y los suyos en su carta para los Reyes Magos (Ya saben que a mí, Papá Noel no acaba de convencerme) y cuenta con la inmensa fortuna de haber recibido algunos de estos valiosos regalos en fechas tan señaladas.
Los obsequios Beatles más importantes quizás hayan sido los dobles cds de éxitos (los míticos con portada roja y azul) y el libro “The Beatles. Antología”, su imponente y completísima biografía, narrada por ellos mismos en un ejemplar de considerables dimensiones que aún a día de hoy no dejo de revisar.
Dobles álbumes recopilatorios de The Beatles
También es corriente que sea por estas fechas cuando las publicaciones musicales más reputadas elaboran sus listas de las mejores canciones del cuarteto, listas dicho sea de paso, con las que nunca estoy totalmente de acuerdo.
Ya les he narrado en anteriores ocasiones que sobre los Beatles se habla y se escribe mucho, pero también se exponen y pronuncian muchas tonterías. Los más horteras, que a la postre suelen ser los que menos idea tienen del grupo, de su música y su propia y noble historia, casi siempre se deciden por “Yesterday” como canción emblema de John, Paul, George y Ringo.
¡Menuda injustica histórica! Que sea la canción más radiada y versionada de la música pop no le otorga derecho alguno a figurar en tan importante y casi imposible escala. “Yesterday” es un balada melancólica encantadora, pero nada más, carece de ese sonido “beatleliano” propiamente dicho, y en el que además es solo uno de los miembros de la formación (Paul McCartney, a la sazón compositor de la pieza) quien presta voz y guitarra acústica.
No digo que la rentable canción de Paul carezca de belleza, ni mucho menos, pero no es ni la mitad de interesante ni deliciosa que otras más desconocidas para el gran público que van poco a poco exigiendo y ganándose su merecido lugar en la historia. Yo me enamoré de Los Beatles a los 12 años, cuando en 4 de EGB escuché la formidable “Drive My Car” en el viejo Walkman de mi compañero Abraham Figueiredo Capuz, a quien siempre agradeceré que cambiara mi forma de entender la música para el resto de mi vida con aquel inocente gesto al pasarme los auriculares. Esa canción sí que derrocha esencia Beatle por los cuatro costados, ¡Y que ritmo señores!
Nunca la lluvia se materializó de manera tan hermosa en una canción.
“Rain” es otra pieza imprescindible, injustamente ausente en la mayoría de recopilatorios de éxitos además de en las listas, por aquello de haber sido la cara b (La mejor cara b de la Historia indiscutiblemente) de “Paperback Witter”, tema mucho más comercial con una línea de bajo impresionante y unos coros estupendos, pero no a la altura de la innovadora y preciosa “Rain”, con sus voces al revés y esa increíble pista de batería de Ringo, su mejor interpretación sin duda, y la más imaginativa, a la altura de “A Day In The Life” (otra para enmarcar) o la elegante ejecución de “Come Together”.
Siempre se dejan los “entendidos” fuera de sus listas lo que para algunos de ellos son “obras menores” como las inolvidable ”In my Life“ la exquisita ”Nowhere man“ , la fascinante “Ticket To Ride” o la misteriosa “Norwegian Wood”, con el Sitar de George Harrison por primera vez en una grabación y esa “Madera Noruega” que nunca ha quedado claro el secreto que esconde, aunque el propio Lennon afirmara que se trataba de una aventura amorosa). “Glass Onion”, otra interesante joya que parece no tener presencia en los recopilatorios ni en las listas de sus éxitos, al igual que la exquisita “Dear Prudence” ambas del disco blanco.
Los dos temas de George Harrison que escribió para el “Abbey Road” están a la altura de las mejores composiciones Lennon/McCartney, aunque éstas sí gozan quizás del reconocimiento de la mayoría de críticos y aparecen en algunas listas. “Here Comes The Sun” es preciosa, y “Something” sencillamente impresionante, y en ambas Paul McCartney, el vanidoso McCartney, ejecuta una lección maestra sobre cómo conducir una canción a través del bajo.
Parece increíble pero los beatles también sonaban bien sin McCartney
Curiosamente no participa McCartney en otra de las grandes olvidadas, “She Said She Said” donde Lennon y Harrison sacan los mejor de sí mismos como guitarristas.
“Because” otra dulce canción olvidada a pesar de esa impresionante armonía a tres voces entre McCartney, Lennon y Harrison.
Pero de entre tantísimas me atrevería a afirmar que existe una que sin lugar duda figuraría en lo más alto del pódium en un supuesto top de este humilde amante de “Los Cuatro de Liverpool”. Se trata por supuesto, de la maravillosa “Strawberry Fields Forever”.
Bien sea por la deliciosa melodía de Lennon, por la magia envolvente y psicodélica de toda la canción o por la sonoridad mágica que desprende desde el primer segundo, es justo certificar que merece albergar el honor de ser por lo menos la canción que podría representar a Los Beatles como epitafio.
Strawberry Fields
Como bien canta John Lennon “Es fácil vivir con los ojos cerrados sin hacer caso de lo que ves”.
Yo le acompañaría sin pensármelo dos veces aunque fuera cierto que en “Strawberry Fields” nada es real y no hay nada de qué preocuparse. Reconózcanlo. Están deseando anotar a The Beatles en su carta de regalos, y hacen bien. “Strawberry Fields Forever”. Pero para siempre jamás.
El primer video es el audio de la canción original que apareció finalmente en disco aunque el video clip no es el original.
Añado esta segunda versión, preciosa y muy dulce que si viene amparada con el que fue el video original, una de las muchas que se hicieron y que aparecen en el Anthology.