Street-Art de Pejac (en París)
Cada vez hacía más calor. Se oían truenos.
Se asemejaban a unas carcajadas infantiles, distorsionadas y a un volumen que reventaba los tímpanos….
Estábamos desconcertados.
Corríamos, corríamos, corríamos…Huyendo del haz de fuego que aparecía de repente.
Desesperados.
Elegía a uno de nosotros y lo carbonizaba…
Seguimos huyendo pero, por poco tiempo …
Se nos acaba la pared…