
Fue considerada una de las quince peores películas de los últimos veinte años y siempre pensé que era un subproducto destinado a lanzar aún más la imagen de su protagonista. Como dice la crítica, lo que nos ha aportado es una buena colección de imágenes de la actriz, ligera de ropa y contoneándose contra la barra; aunque solo sea por eso merece la pena. Bruce Willis, en esta ocasión, me produce una sana envidia.
