Llegan las bodas y nos gusta ir monísimas con taconazos de infarto, pero nos hemos parado a pensar la de horas y horas que podemos pasarnos de pie?, sin contar los imprevistos del camino, como son las baldosas de piedra maravillosas antes de entrar a la iglesia, los cócteles en jardines donde los tacones se hunden hasta el infinito o que están llenos de piedrecitas que nos hacen sufrir los mil y un males...
Al final acabamos llevando unos zapatos bajitos de repuesto que nos los ponemos en cuanto podemos para estar más cómodas y al final esos zapatos geniales con super tacón se quedan en el coche esperando a otra ocasión, en la que además volveremos a repetir la misma operación de cambio.
Por eso, yo me he planteado el no invertir demasiado en unos taconazos de infarto, pero si en unos zapatos que estilicen mi figura y le den un toque elegante sin renunciar al tacón, claro, pero en unas dimensiones comedidas que podremos soportar perfectamente toda la noche, y si optamos por el super tacón, podemos buscar unos que tengan una mínima plataforma delante para restarle inclinación al pie sin renunciar a las alturas.
Importante invertir en unos zapatos que nos gusten, es decir, nos los pongamos y quedemos prendadas de ellos, de buena calidad y materiales y probarlos un ratito a ver cómo nos sentimos con ellos, y si además llevamos el vestido para ver el resultado final mejor que mejor.
Os dejo algunas recomendaciones, he intentado que sean lo más fondo de armario posibles para que podamos usarlos no solo en este tipo de eventos especiales, sino también para una cena, reunión o nuestro día a día.
Selección via Sarenza:
1. Aldo (Aquí) 2. Roudoudou (Aquí) 3. Georgia Rose (Aquí) 4. Valensi (Aquí) 5. Jonak (Aquí)
Gloria Ortiz
Membur
Membur
Gloria Ortiz
Zara
Zara
Espero que os haya gustado el post.Muchas gracias por guardar un huequito de vuestro tiempo para leerme.
Llegan las bodas y nos gusta ir monísimas con taconazos de infarto, pero nos hemos parado a pensar la de horas y horas que podemos pasarnos de pie?, sin contar los imprevistos del camino, como son las baldosas de piedra maravillosas antes de entrar a la iglesia, los cócteles en jardines donde los tacones se hunden hasta el infinito o que están llenos de piedrecitas que nos hacen sufrir los mil y un males...
Al final acabamos llevando unos zapatos bajitos de repuesto que nos los ponemos en cuanto podemos para estar más cómodas y al final esos zapatos geniales con super tacón se quedan en el coche esperando a otra ocasión, en la que además volveremos a repetir la misma operación de cambio.
Por eso, yo me he planteado el no invertir demasiado en unos taconazos de infarto, pero si en unos zapatos que estilicen mi figura y le den un toque elegante sin renunciar al tacón, claro, pero en unas dimensiones comedidas que podremos soportar perfectamente toda la noche, y si optamos por el super tacón, podemos buscar unos que tengan una mínima plataforma delante para restarle inclinación al pie sin renunciar a las alturas.
Importante invertir en unos zapatos que nos gusten, es decir, nos los pongamos y quedemos prendadas de ellos, de buena calidad y materiales y probarlos un ratito a ver cómo nos sentimos con ellos, y si además llevamos el vestido para ver el resultado final mejor que mejor.
Os dejo algunas recomendaciones, he intentado que sean lo más fondo de armario posibles para que podamos usarlos no solo en este tipo de eventos especiales, sino también para una cena, reunión o nuestro día a día.
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