Revista Cultura y Ocio

Su lugar en el mundo

Publicado el 15 marzo 2014 por Molinos @molinos1282
"Open door to solitude" es es la historia de Ed y un maravilloso corto de 7 minutos que merece la pena ver.

Ed Zevely tiene 68 años y cada dos meses se va solo a las montañas de Colorado y pasa allí quince días en soledad con sus caballos.

Esta es su historia, quién es él, porqué empezó a hacerlo, porqué sigue haciéndolo y qué significa para él. Open Door to Solitude from Filson on Vimeo.
"Cuando era joven todo lo que quería era un caballo. Mi tío vivía en el estado de Washington y nosotros íbamos a visitarle cada tres o cuatro años.Tenía caballos y cuando se iba al trabajo yo le preguntaba ¿puedo montarlos? y él contestaba "Sí, puedes cogerlos, puedes montarlos".Tenía 50 años cuando conseguí tener mi propio caballo, me costó mucho tiempo conseguir y he tratado de compensar todo ese tiempo desde entonces.Es algo extraño que no piensas cuando eres joven, pero cuando empiezas a sentirlo en tu cuerpo y no me refiero espiritual y mentalmente, lo sientes en tus músculos y en tus huesos...piensas "Vale, a lo mejor me quedan 10 veranos en mi vida..." y por eso voy cada verano y siempre que puedo a las montañas, con mi caballo a acampar, porque no quiero perder estos años que me quedan, quiero estar allí."Contar el tiempo en veranos que te quedan es aterrador y a la vez puede ser increíblemente motivador."Subo a las montañas yo solo y paso allí 15 días. Es duro, salvaje, estás lejos de todo. Tienes que tener cuidado con lo que haces. Es una aventura, cada excursión, cada día es una aventura. Todos los años que he pasado allí echo de menos a  mis nietos  y verles crecer y te sientes egoísta, pero yo tengo mi propia vida y quiero compartirla con mis hijos y mis nietos, pero vas a la ciudad y no soporto ir a la tienda ni a comprar comida. Todo es corre, adelante, para... después de 3 o 4 días allí es agotador, no puedes relajarte, es una locura.Siempre he creído que Dios creó el mundo pero le dedicó mucho más tiempo a las montañas.La primera vez que escapamos de esa alcantarilla  y llegamos a las montañas fue  como atravesar una puerta.Sólo tienes que subir y experimentarlo y después te vuelves adicto, tienes que tenerlo. Nunca tengo miedo cuando estoy ahí arriba. Si muero allí es un lugar precioso para morir. Si lo necesitas, vas".Ed ha encontrado su lugar en el mundo, aquel donde es feliz, se siente él mismo y donde no tiene miedo.¿Cuántos veranos nos quedan?¿Hemos encontrado nuestro lugar en el mundo, el sitio dónde somos nosotros mismos y no tenemos miedo?Publicado en PisandoCharcos.

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