En los últimos años entre los niños se registran nombres curiosos que, con mayor o menor éxito en la elección, tienen que ver con los ídolos de sus progenitores (deportistas, actores, personajes, cantantes...). Pero este no es el caso del joven al que nos referimos.
Su nombre es...Harry Potter y nació en mayo de 1994 en Reading, en el condado de Berkshire, a una hora y media en coche del centro de Londres. Actualmente está a punto de cumplir los 26 años, tres más que el año en la que se publicó el primero de los siete libros, Harry Potter y la piedra filosofal, de la saga que se ha convertido en un éxito universal de la literatura infantil y juvenil escritos por J.K. Rowling.
Un nombre común en Reino Unido
Harry Potter luciendo una camiseta regalada por su 23 cumpleaños con la frase "Sí, este es mi nombre. No, nací antes que los libros". Foto.Harry PotterSeguramente sus padres solo pudieron suponer que estaban dando a su hijo un nombre 'normal'. Después de todo, tanto su nombre como su apellido son bastante comunes en el Reino Unido. Pero por el año 2000 la familia se dio cuenta de lo que realmente significaba llamarse Harry Potter, cuando se matriculó en una nueva escuela.
De todo es conocido, que por lo general, los niños en clase usan motes o el primer apellido para llamar a otros compañeros. Este no fue el caso de este jóven, que desde el primer día le 'apodaron' por su propio nombre y apellidos: Harry Potter.
"Tener un nombre como el mío te hace darte cuenta de la frecuencia con la que te presentas o tienes que identificarte en la vida cotidiana: en el banco, comenzando un nuevo trabajo, tomando un vuelo, siendo presentado por amigos,..." comenta Harry Potter. Y añade "tan pronto como digo quién soy, generalmente obtengo una secuencia predecible de respuestas, que son algo así como: ¿De verdad te llamas así? ¿Te pusieron el nombre de los libros? "Apuesto a que obtienes tantos chistes, ¡no, pobre de ti!"
Tras todas las vicisitudes, algunas buenas y otras malas que ha padecido en su joven vida, comenta " estoy agradecido por mi nombre, ya que es una gran herramienta para comenzar una conversación, pero cansa un poco tener que repetir las mismas tres o cuatro preguntas al respecto una y otra vez ".
Se le dio el caso de que, incluso en Facebook le cancelaron su perfil porque su nombre violaba su política de suplantación nombres. No se le permitió recuperar el acceso hasta que envió copia de su identificación.
En respuesta a la pregunta si cambiaría su nombre, él contesta categóricamente "No"