En otra calurosa jornada en Melbourne Park, Novak Djokovic vapuleó a Andy Murray por 6-4, 6-2 y 6-3, consiguiendo proclamarse como campeón del Australian Open en la final de singles masculino. En consecuencias, el serbio (de tan solo 23 años) recolectó su segundo cetro de Grand Slam y justamente a tres años de haber ganado la edición 2008 de este mismo certamen, cuando venció a Jo-Wilfried Tsonga.
Sin Rafael Nadal ni Roger Federer en el encuentro más importante del Abierto de Australia, el tenista de Belgrado aprovechó para quedarse con la gloria en el primer Grand Slam de la temporada y su 19º copa como profesional. Dando muestras, además, de que está dulce debido a que, hace unos meses nada más, se apoderó de la Ensaladera de Plata que otorga la Copa Davis.
“Nole” cerró su excelente campaña en la tierra de los canguros perdiendo solamente un parcial (frente a Ivan Dodig en la segunda rueda) y eso que tuvo que vérselas ante los top ten Tomas Berdych, Federer y Murray, a los cuales limpió en sets corridos.
Mientras que el representante de Dunblane se quedó, una vez más, en la puerta del éxito en un Major. Como le ocurrió, en 2010, en el Rod Laver Arena aunque contra Federer (verdugo también en la instancia decisiva del Abierto de los Estados Unidos 2008), Murray ni siquiera pudo alzarse con un chico en el duelo consagratorio y aún no pudo cortar el maleficio de Fred Perry, quien fue el último británico en festejar en un torneo grande: US Open de 1936.
Para colmo, el escocés volvió a caer contra Djokovic (5-3 en el historial) tras tres enfrentamientos positivos, incluido los desenlaces del ATP Masters Series de Cincinnati 2008 y el ATP World Tour Masters 1000 de Miami 2009.
Fuente de la imagen: página oficial del Australian Open